Ya hemos asimilado que terminó el 2007. Han pasado las Navidades, el Fin de Año y los Reyes, y hemos vuelto al trabajo, a las clases…a lo de siempre; y como todos los años, no nos ha tocado la lotería. Pero aún nos queda el sabor de los turrones, de las cenas familiares, de las reuniones con los amigos, de las visitas navideñas, de los paseos bajo las luces. Muy próximo la textura y sabor del Roscón de Reyes o Bollito de los Magos, llamado así para que todas las personas que tienen problemas al pronunciar la "r" no tengan ninguna dificultad.
En nuestra casa, desde el fallecimiento de uno de nuestros padres y dos años después del otro, nos adjudicamos este agridulce trabajo navideño, y preparamos tanto la cena de Navidad, como la de Nochevieja.