Hace tiempo que no escribíamos en el blog, y la verdad, es que teníamos una deuda pendiente con la población madrileña de Bustarviejo, donde la parte masculina del tándem que formamos este blog, paso algunos veranos de niño. Por eso hemos decidido retomar el blog con esta historia de recuerdos, sobre este pueblo de la Sierra de Guadarrama.
Para mí, hablar de Bustarviejo, es recordar mi niñez de un niño de barrio, en el que, en ese tiempo, aún quedaban casas bajas con jardín y con pozo; casas con árboles frutales y emparrados; una calle aún sin aceras, con la calzada empedrada; pero, sobre todo, en casa de mis abuelos una gran morera, donde me construyeron el columpio. Yo era un niño de Madrid, pero, aun así, el irme al terminar las clases en el verano del año 1964, a pasar las vacaciones a esta población serrana, supuso para mi una verdadera aventura, y otra forma de vivir muy distinta.