Desde 1974, uno de nosotros tenía 16 años, y desde entonces, siempre tuvo la idea de caminar por la Hueco u Hoya de San Blas, pero siempre apostó más por La Pedriza. Es más, cuando se reencontró en junio de 2021 con su amigo y compañero de escalada Goyo Alonso y él nos animó a caminar por esta zona, pero su salud estaba en horas bajas, y declinó la invitación. Han tenido que pasar 50 años desde que desde las altura conoció aquel Hueco de San Blas, para que camináramos junto a el gran grupo de amigos y amigas senderistas, lamentándonos de no haberlo hecho antes cuando nos encontrábamos en buen estado físico y menos edad, y haber disfrutado de ascensiones por la zona.
Tras esta ruta de senderismo, y disfrutar del paisaje y los recuerdos, aún, pensamos en alguna ruta más por esa zona montañera o desde La Pedriza. Así que de momento, compartimos esta realizada en un día con una luz esplendorosa por esa zona en que cuenta la leyenda que los bandoleros enterraron su tesoro, aunque el tesoro de verdad es la naturaleza, el perfil de la paredes de La Pedriza y las cumbres de la Cuerda Larga.
Existen lugares que conoces desde las alturas como en este caso, desde el sábado 27 de junio de 1974 cuando la parte masculina de este blog, con 16 años, después de vivaquear la noche anterior, se acercó con sus amigos a escalar la Pared de Santillana y conocer la zona del Cancho de la Herrada. Nos pareció que el valle entero con todas sus paredes era solo para nosotros, ya que, nos había nadie más que nosotros, pero al cabo de 14 horas desde el viernes sin cruzarnos con nadie (eso ocurría en aquellos años), nos encontramos a un vecino de Soto del Real, que se llamaba Pepe Valdehita, que nos indicó que había llegado hasta allí desde su pueblo por una pista forestal a través del Hueco de San Blas, que teníamos a la vista bajo nosotros. Y nos pidió algo para demostrar a sus familiares y amigos que había subido hasta estas alturas, y uno de nosotros le dio un Carnet de la Federación Española de Montaña de 1972 que llevaba encima.
Pero, en esa ocasión descendimos por la senda serpenteante hacia el Collado de la Dehesilla, pasando por El Torro (1706 m) y Mataelvicial (1649 m), donde nos detuvimos a observar la impresionante vía de escalada abierta en 1969 por Javier Mayayo y Enrique del Pozo, que nunca escalamos. Pero, el 15 de diciembre de 1974 realice este croquis de La Pedriza, donde aparece a la derecha el Arroyo Mediano del Hueco de San Blas, así como la población de Soto del Real
DESCRIPCIÓN DE LA RUTA
Comenzamos la ruta en las inmediaciones de la Ermita de San Blas, a donde accedemos con los vehículos por una pista bacheada y algún hueco lleno de agua y algo de barro tras las recientes y necesarias lluvias. Y comenzamos a caminar por la pista forestal del Hueco de San Blas, con algo de escarcha en la hierba y hojarasca, pero siempre con la vista puesta en el camino, y en las cumbres de la Sierra de Guadarrama al fondo.
La pista por la que caminamos discurre entre los pinares de reforestación a la derecha, y posiblemente arbolado autóctono. Pero, ante todo, con estupendas vistas a nuestro alrededor, ya que, si miramos hacia nuestra izquierda tenemos una bonita imagen del Embalse de Santillana, y al fondo se aprecian las Torres de la Castellana de Madrid.
Cuando llevamos caminando algo más de 1 km, tomamos la Pista de la Peña del Madroño, que conecta unos 500 m más adelante, con el Camino Forestal a San Blas, y al llegar a los 3 km caminados, llegamos a un puente sobre el Arroyo del Mediano Chico
Mientras caminábamos por esta Senda de la Abutarda, en la linde del Parque Nacional, comentábamos que tras las necesarias lluvias del día anterior, nos parecía mentira un día tan luminoso y soleado, pero todos y todas pensábamos que era una pena el tiempo que estábamos teniendo, que parecía una primavera adelantada, cuando se necesitaba agua y nieve. Y paso a paso vemos a nuestra derecha el Prado Montero y, sobrepasando los 4 km y llegamos al punto más alto de nuestra ruta senderista: 1.331,8 m y nos detuvimos para observar el bello paisaje frente a nosotros.
Hemos llegado a El Hueco de San Blas, y nos quedamos un buen rato contemplando este paisaje, nos hicimos unas fotos de grupo, y continuamos caminando hacia el Arroyo del Mediano que desliza sus aguas por las rocas, entre el bello y esbelto pinar.
Atravesamos el Cordel del Prado Herrero, y continuamos caminando por la Senda de la Abutarda, siempre dentro de los límites del Parque Nacional, hasta que cuando llevamos caminando 7 km, abandonamos esa zona protegida, y antes de cruzar nuevamente el Arroyo del Mediano, nos encontramos un cartel informativo sobre el Hueco de San Blas: "El Hueco de San Blas, también conocido como Hoya de San Blas, es un valle de montaña situado entre La Pedriza, al oeste, y la línea de cumbres de Cuerda Larga, que hace de límite septentrional. Tiene una longitud aproximada de 5 km y el fondo esta el Arroyo del Mediano, un afluente del río Manzanares. La máxima altitud del valle está en la cima de Asómate de Hoyos (2,242 m). Muy cerca de esta cumbre está el pequeño circo de origen glaciar de Hoyo Cerrado, uno de los pocos que hay en la vertiente meridional de El Guadarrama. Gran parte del valle está cubierto por un bosque de pino silvestre y, en menor medida, de pino laricio, En las zonas más bajas hay robledales y praderas que se usan como pasto para el ganado, cuyo máximo exponente es el Prado Montero, donde existe un bello bosquete de majuelos o espino albar". Echamos la vista atrás, para volver a ver las cumbres que nos rodean.
La gran pradera junto al Embalse de Palancares, a la que llegamos tras haber caminado casi 9 k, es un buen lugar para repostar fuerzas con una buena comida y admirar el paisaje mientras nos tomamos esos bocatas, en nuestro caso unas ricas hamburguesa sin gluten.
Tras esta historia y leyenda, así como ese rico almuerzo en estupenda compañía, toca continuar caminando hacia el punto de inicio. Pero, es el tramo que es coincidente en una parte con el GR-10 (Sendero de Gran Recorrido con 1600 km, que la localidad de Puzol (Valencia-España) con Lisboa (Portugal), uniendo el Mar Mediterráneo con el Océano Atlántico), es el más complicado, del sendero, no por las pendientes del camino, sino por la cantidad de charcos en su recorrido, y el ser transitado por vehículos que deciden llegar hasta los límites del Parque Nacional con sus vehículos, en lugar de caminar.
Gracias Ana-Victor por este enriquecedor relato de esta ruta que compartimos. Un abrazo Juan
ResponderEliminarMuchas gracias por acompañarnos en este este y otros senderos, haciendo más ameno el camino y nos alegramos que te gusten nuestros relatos. Abrazos.
EliminarNos ha encantado la ruta y sobre todo, las curiosidades de esta zona que contáis fenomenal. Un abrazo, nos apuntamos este lugar.
ResponderEliminarIrene y Edu.
Muchas gracias chicos por vuestras palabras.
EliminarCada ruta puede tener sus curiosidades y los alrededores de La Pedriza tienen muchas.
Abrazos
Ana y Víctor