Como nos propusimos, vamos ampliando en distintas entradas nuestra: Escapada al Valle del Roncal - Pirineo Navarro. Quinto Campamento Otoño 2002 en Urzainqui (Navarra). #turismo #senderismo #excursionismo. y en esta ocasión, compartimos lo vivido en el vecino Valle de Zuriza enclavado en el Pirineo de Huesca, pero al que accedimos desde Navarra, el día siguiente en que estuvimos Caminando por la Selva de Irati. Y como, en estas escapadas otoñales, la idea siempre fue, y ha continuado siendo el visitar todo lo que nos fuera posible en los alrededores a nuestro "Campamento Base" que en esta ocasión y como ya os hemos contado lo instalamos en el Albergue Armaia Arterpea en Urzainqui (Navarra). Y en esta ocasión, tras desayunar en el albuergue y, comprobar que las nubes que presagiaban mal tiempo habían desaparecido, volvimos a dirigirnos hacia Isaba, con la idea de visitar tierras de la vecina Aragón en el Valle de Zuriza, en lugar de dirigirnos al Valle de Belagua, que decidimos dejarlo para otra ocasión.
VALLE DE ZURIZA
Al llegar a la entrada del valle, nos encontramos con el camping, y aparcamos nuestros coches, comenzando a caminar por una ancha pista forestal que discurría paralela a los Picos de la Faja de Mazandú, pero, también el Barranco de Petraficha.
Caminamos unos 3 km. contemplando el paisaje de abetos, agua clara y hayas. Y paso a paso, llegamos a las Ruinas del Refugio de Taxeras (1420 m), donde hacemos una parada, ya que los pequeños tras la caminata del día anterior por la Selva de Irati, no están muy por la labor de caminar mucho, así que nos detenemos y montamos un pequeño "campamento base".
Algunos, decidieron quedarse sentados sobre el verde en pendiente de la pradera, contemplando la ruinas del refugio y el colorido de las hayas tras de el.
Los críos y crías, decidieron jugar entre las ruinas, y mientras tanto, otros decidieron caminar un poco más y ascender por el Sendero de Gran Recorrido GR-11, a través del Barranco de Petraficha, y llegar hasta el solitario Refugio de Chipeta Alto (1760 m), para desde allí, continuar por una senda hasta el Collado de Petraficha, intentando divisar el Valle de Oza.
Pero el tiempo se nos fue echando encima y decidimos no continuar hacia el collado, y volver con el resto del grupo que ya nos estaba esperando para comer. Uno de los amigos, decidió retroceder sobre nuestros pasos, mientras los demás pensamos que sería más interesante hacer el recorrido circular hacia el otro lado del barranco, y continuamos en dirección hacia el Pico de Chipeta, subiendo una fuerte pendiente, donde algunos nos dimos cuenta del mal estado físico en que nos encontrábamos. Pero, aunque alguno sufriéramos, mereció la pena ascender por esos caminos, recrearnos con las vistas, el paisaje, las paredes calizas de la Faja de Mazandú, de la Punta de l'Achar, de las Puntas de Texeras, un paisaje inolvidable. Al poco tiempo de nuestra caminata de vuelta, nos encontramos con una preciosa cascada.
Pero, también disfrutamos al ver un haya majestuosa que esta rodeada de cientos de hayucos, repoblando de pequeñas hayas la zona.
Ya de bajada por el Barranco de Chipeta, entre grandes hayas peladas, pisando abundante hojarasca, viendo el Refugio de Chipeta Alto junto a los esbelto pinos negros, tuvimos la suerte de observar el vuelo de un Quebrantahuesos, ese animal majestuoso que nos asombró por su ágil deslizamiento, más que vuelo, por el aire.
Continuamos caminando, y buscando algún atajo para evitar el camino serpenteante, y nos cruzamos nuevamente con el Barranco de Mazandú, antes de llegar y sentarnos a comer, con ese estupendo grupo que formábamos, tras cinco años de amistad, de cordialidad, y ante todo de entendimiento, permisividad y respeto.
Desde la pradera donde nos encontramos, divisamos nuevamente la altas cumbres, y como el sol se va poniendo y hace que el velo de rayos de luz ilumine los canchales. Pero, nosotros les tenemos a los pequeños una sorpresa, ya que, les habíamos montado una pared cercana, una zona de escalada y rapel, para que disfrute de pequeños y grandes.
El tiempo nos cambió bruscamente, bajo la temperatura en cuanto el sol se ocultó, y muchos decidieron regresar por la pista hacia el camping. Lamentablemente, por esa pista, también circulan algunos coches de "amantes de la naturaleza" a excesiva velocidad. Y nosotros, pensamos que los coches tienen que circular por el asfalto, dejando las pistas solo para ganaderos de la zona y vehículos de emergencia, ya que, nos vimos obligados a comprobar la dirección del viento para no llenarnos de polvo al paso de los coches sin ningún respeto a los caminantes. Al final, llegamos al camping, donde paramos todos a tomar algo y esperar al resto del grupo, que aún se encontraban en la zona de escalada.
Y es que, habíamos organizado una zona de escalada, y cuando pusimos las cuerdas y fuimos encordando a los chichos y chicas para que escalaran, empezaron a emocionarse por la experiencia controlada, que organizamos de manera que fuera rápido y siempre un adulto desde abajo asegurando y otro arriba ayudando al que llegaba para desencordarse. Luego, montamos un rapel, que fue mas delicado y lento que la escalada, ya que descender aun asegurados desde arriba, dependen de ellos mismos, pero lo hicieron estupendamente. Recogimos todos los "cacharros" de escalada y les dejamos dejamos claro que esto no era un juego, sino un entrenamiento de escalada sencilla pero que siempre toda precaución es poca. Y todos y todas disfrutaron de esta experiencia.
Volvimos a Isaba, para pasear un poco por sus calles nuevamente, y luego al albergue a cenar todos reunidos, comenzando por las castañas asadas, que tan gustosamente nos preparaba Eneko y en la chapa de la gran estufa, y que era el mejor ambientador que podíamos tener en otoño.
Y esa sería la última cena de esta escapada otoñal, de este "Campamento Otoño".
CAMINOTAS
El detalle de este recorrido no es que tengamos una gran memoria tras 21 años, sino que lo teníamos escrito en el libreto: "Cinco Otoños 1997-2002". que regalamos a las familias de amigos participantes, y que aún conservamos, como las diapositivas que hemos digitalizado para poder publicarlas aquí.
Tanto en este "Campamento Otoño", como en los anteriores, todos los participantes, ya fueran los pequeños o los más grandes, disfrutamos de cada momento, de cada lugar, de cada paisaje, y de tener la suerte de poder vivir estas experiencias otoñales, viajeras juntos.
En plena pandemia escribimos: Recordando los Campamentos de Otoño, y pensando donde viajar ya que #VolveremosAViajar. Y nos propusimos ir publicando aquellos que no habíamos publicado, ya que el blog lo comenzamos en 2006 y estas escapadas otoñales en 1997. Y en esa entrada, encontrareis actualizados todos los publicados y los que iremos publicando.
Esta es la última entrada, con la que completamos #CampamentoOtoño. Además, este año, por motivos de salud de algunos de los participantes, hemos tenido de suspender el que teníamos previsto realizar al Parque Natural de los Valles de Babia y Luna (León), que aplazaremos para el 2024.
También, esta escapada, esta crónica viajera, así como de otros lugares, siempre las encontraréis (según vamos actualizando), en: Carta Turística: Viajes, escapadas, senderismo, actividades, experiencias, naturaleza, lugares, rincones, ciudades, pueblos… Publicadas en blog.
#Escribimoslovivido
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