Caminando por las orillas del Duero en Soria. Monasterio de San Juan de Duero, Monasterio de San Polo y Ermita de San Saturio. Quinto Campamento Otoño 2002.

Comenzando nuestras ampliaciones sobre Escapada al Valle del Roncal - Pirineo Navarro. Quinto Campamento Otoño 2002 en Urzainqui (Navarra). #turismo #senderismo #excursionismo. Salimos como dice la canción de Gabinete Caligari: "Camino a Soria", y paramos para disfrutar de los colores del otoño a orillas del río Duero y conocer  los monasterios de San Juan de Duero, San Polo y la ermita de San Saturio, realizando un de las visitas culturales en esa escapada otoñal. Diseñamos tanto el camino de ida como de vuelta a nuestro "Campamento Base" de forma que tantos pequeños como adultos disfrutáramos, no solo de la naturaleza, sino también de la historia y las leyendas. Y un buen lugar para ello, era parar en Soria.

Otoño en el río Duero a su paso por Soria

Al principio, pensamos que íbamos a ser unos 20 participantes, pero, poco a poco el número fue en aumento, y al final fuimos 34 el número de excursionistas en este viaje, que distribuidos en 10 coches, nos encontramos en la población de Medinaceli, y desde allí continuamos el camino a Soria.

Llegamos a esta pequeña y bella ciudad, atravesamos sus calles casi en caravana, y el río Duero, llegando al margen izquierda par realizar la primera ruta cultural:

MONASTERIO DE SAN JUAN DE DUERO

Tuvimos la suerte de poder aparcar los coches cerca del monasterio. Los críos salen corriendo, ya que les llama la atención el cauce del río Duero. Mientras tanto, a los adultos, nos llama la atención la belleza del entorno.  Atravesamos la puerta que da acceso al recinto claustral y a todos nos sorprende muy gratamente este claustro formado por arquerías de diferentes desarrollos. 

A nuestro amigo Rafa, le llaman la atención sobre todo las cuatro esquinas del claustro, ya que tres de ellas poseen sendas puertas en chaflán, y las uniones con machones, excepto en el lado meridional, en donde se abre un vano con clave pendiente. 

Claustro de San Juan de Duero en Soria

Recorremos todos los arcos y cada uno de nosotros tuvo un comentario sobre las columnas, los capiteles, y otros detalles, ya que si ven cuatro ojos más que dos, imaginaros sesenta y ocho. Aunque la pequeña Ainoa aún no hablaba, seguro que también vio los detalles. Pero todos y todas, entendimos porqué este claustro es único en la Península Ibérica.

Pasamos al interior de la iglesia de estilo románico del siglo XII, pero, no nos aplicaron la tarifa de grupo al no haber solicitado la reserva como tal con anticipación. 

Arcos y columnas claustro de  San Juan de Duero en Soria

El Monasterio de San Juan de Duero, tiene su origen en una iglesia construida en el siglo XII en estilo románico y los Caballeros Hospitalarios de San Juan de Jerusalén, favorecidos por la acción repobladora de Alfonso I, eligieron este lugar para instalarse. Debido a su labor de protección  y acogimiento de caminantes, peregrinos  y desvalidos. Se instalaban a las afueras de las ciudades, en las vías de entrada. 

Salimos todos del monasterio y nos dirigimos a contemplar el otoño en las orillas del río Duero.

RIO DUERO

Los colores otoñales, los reflejos en el agua, la tranquilidad en ese lugar. Y nos imaginamos como debería ser ese lugar en la Edad Media, o no hace tanto, a mitad del siglo XX.

Colores otoñales en Soria a orillas del río Duero y su puente

MONASTERIO DE SAN POLO

La siguiente parada prevista en este paseo cultural soriano, fue este monasterio. Atravesamos un pequeño puente sobre un riachuelo y llegamos al monasterio construido en el siglo XIII, y situado también a orillas del río Duero. Siendo su origen templario, aunque cuando lo visitamos era propiedad privada y solo se conservaba la iglesia de una sola nave y cabecera plana. 

Túnel en el Monasterio de San Polo en Soria

Pero, nos permitieron pasar por el corredor o túnel que en su día tenía dos puertas de la nave y que nos permitió acceder, al camino en sentido a la ermita de San Saturio, y es lo que el grupo queríamos hacer, darnos un precioso paseo contemplando la belleza de ambas orillas del Duero, observando cada detalle, cada color de los árboles, cada uno de sus reflejos, la tranquilidad de las aguas y divisar de fondo la silueta de la ermita de San Saturio.

Ermita de San Saturio a orillas del río Duero con los colores otoñales.

Hacia la que nos dirigíamos, comentando que tanto el monasterio de San Polo, como las orillas del Duero, lo inmortalizaron en la literatura tanto Antonio Machado, como Gustavo Adolfo Bécquer, este último en la Leyenda Rayo de Luna: "Sobre el Duero, que pasaba lamiendo las carcomidas y oscuras piedras de las murallas de Soria, hay un puente que conduce a la ciudad al antiguo convento de los Templarios, cuyas posesiones se extendían a lo largo de la opuesta margen del río..." 

Diapositiva del otoño en el río Duero a su paso por Soria

Continuamos nuestro caminar, contemplando el puente de hierro del tren que atraviesa el río  y desde donde  se divisaba una de las imágenes del río y de sus orillas, y nos paramos a hacer fotografías y diapositivas, antes de llegar a nuestra próxima parada...

Puente de hierro del ferrocarril sobre río Duero en Soria

La parada que algunos del grupo teníamos muchas ganas de hacer desde hacia años, trans haber leído bastante sobre los Señores Templarios que en su día vivieron en esta zona y de la ermita de San Saturio. 

Paseando lentamente y saboreando el momento, llegamos al rincón del escritor Antonio Machado, que se encuentra en la zona izquierda, antes justo de entrar en la ermita. Algunos, comentamos que nos gustaría leer allí mismo el libro titulado: "El santero de San Saturio"

ERMITA DE SAN SATURIO

La primer imagen de la ermita de San Saturio, ya desde la distancia, enclavada en un sitio tan especial, y reflejándose en el espejo de las aguas del río Duero, llamo la atención, y nos cautivó a grandes y pequeños.

Ermita de San Saturio en el espejo de las aguas del río Duero

Pero, cuando atravesados los escalones, accedimos a una cueva o caverna, donde, se dice que se reunían los templarios y de la que, a su derecha, sale un pequeño pasadizo que da la impresión de bajar hasta la orilla del Duero. 

Escaleras , puerta y campanario de la ermita de San Saturio

Al frente de la cueva hay una bonita vidriera y a su derecha el acceso al resto de la ermita. Aquí, recordamos lo que leímos en la Guía de la España de Juan G. Atienza: "El hombre eremita, sabio, sacerdote, secta o fraternidad, busca por igual la cima que la sima para entrar en contacto con una realidad desconocida... En la caverna esta la razón de las criptas de los templos, de los pasadizos de las pirámides, de las bocas abiertas de los monstruos esculpidos en los capiteles; recinto de conocimiento, mina o bóveda terrestre." Y las cuevas o cavernas, siempre han significado "Meterse dentro de la Tierra"

Vidriera en ermita de San Saturio de Soria

Estando en la ermita, leímos en los papeles preparados para esta escapada, que esta ermita, bajo al advocación de una ermita de siglo VI, se construyo sobre un peñasco. Y estando en ella, aún nos impresiono más ver como se había construido. Subimos desde la cueva y fuimos accediendo hacia las distintas partes de la ermita. Algunos de nosotros, como amantes de lo desconocido, de lo esotérico, nos fijamos en los símbolos que hablan del lenguaje oculto del Temple, y sobre todo, cuando al subir las escaleras entre la roca y el muro de cerramiento, se nos apareció la imagen de San Saturio, ese extraño anacoreta que es venerado en Soria y comprobamos que realmente es lo más parecido a la imagen clásica del bafomet: un busto negro que representa a un venerable anciano con barba. 

Imagen de San Saturio considerado el bafomet templario

Continuamos subiendo escaleras, viendo las distintas estancias, y volvimos a comentar y a pensar que en esta zona, y en particular en esta cueva que acabábamos de atravesar, se reunían hacia el siglo XVII la Hermandad de los Heros, de visos carismáticos. En una vidriera, leemos la historia de un niño que cayó desde la ventana y no sufrió ningún daño. Nos asomamos a través de ella y vemos que la altura hasta el río es increíble, realmente se puede decir que es una ermita colgante, y no entendemos que el niño se salvara, así que miramos a toda la pandilla de niños y niñas que nos acompañaban y no les contamos la historia, no sea que alguno quisiera imitar al niño de la historia.

Ventana de la leyenda del niño en ermita de San Saturio

En una de las estancias encontramos un libro de firmas, y algunos plasman su firma para recuerdo. Mientras tanto otros descubren la capilla, que en su interior acoge distintos frescos de Antonio Zapata que muestran escenas del patrón de Soria y que nos parecen maravillosas. Una de ellas, representa en la zona derecha a un monje saliendo de una puerta entreabierta. También, nos resulto curioso, que a esta ermita se entra por abajo y se sale por arriba.

Capilla de San Saturio en su ermita de Soria

Pequeños y grandes, salimos muy satisfechos de este paseo a orillas del río Duero, y la visita a la ermita de San Saturio. Y de vuelta hacia el antiguo monasterio templario de San Polo, buscamos y no encontramos el "Olmo viejo hendido por el rayo y en su mitad podrido, centenario, con la lluvias de abril y el sol de mayo, algunas hojas verdes le han salido..."

Viendo la hora que era, decidimos coger las viandas de los vehículos, tomamos un camino que se dirige hacia el río y que si estuvieran en Galicia, llamarían "corredoira". atravesamos un puente y nos situamos en una preciosa isla sobre el Duero. En la isla, sobre la alfombra de hojas amarillas, divisando el Duero cristalino, viendo como iban pasando las nubes, llenando nuestros vacíos estómagos, comentamos la esbeltez y belleza de los chopos, su color y la luz tan especial que los estaba iluminando. 

También, comentamos la historia de los Templarios y los temas Cabalísticos en Soria, ya que, "Al menos tres posesiones importantes tuvieron los caballeros de la orden del Temple en la actual provincia de Soria": Una granja en Agreda, al norte del Moncayo; Un convento en Soria, San Polo; Un castillo en Ucero, con una encomienda aneja en el Cañón del río Lobos.

Reflejos otoñales en el espejo de las aguas del río Duero 

Tras la comida, nos despedimos de Soria, y volvimos a la carretera con dirección a tierras de Navarra. El viaje de este Campamento Otoño, acababa de empezar...  

CAMINOTAS

Ese fue el estupendo comienzo de nuestro Campamento Otoño 2002, donde todos los participantes, ya sean los pequeños o los más grandes, disfrutamos de cada momento, de cada lugar, de cada paisaje, y de tener la suerte de poder vivir estas experiencias otoñales, viajeras juntos. 

Esperamos que os haya gustado este principio de escapada escrita desde el recuerdo, y con esas diapositivas digitalizadas donde se puede apreciar como eran algunos lugares hace tantos años. 

Bueno, realmente al ser este el Quinto Campamento de Otoño, escribimos: "Cinco Otoños 1997-2002". y el texto que hemos compartido esta escrito en ese libreto.

Esta escapada, esta crónica viajera, así como de otros lugares, siempre las encontraréis (según vamos actualizando), en: Carta Turística: Viajes, escapadas, senderismo, actividades, experiencias, naturaleza, lugares, rincones, ciudades, pueblos… Publicadas en blog.

#Escribimoslovivido