En muchas ocasiones, se tiene el temor de que algún restaurante o establecimiento, del que has oído hablar muy bien, te defraude. Pero, en esta ocasión ha sido todo lo contrario, ya que, hace unos días en el mes de septiembre, teníamos varias cosas que celebrar en familia: 39 aniversario de boda, 25 del diagnostico de la celiaquía y 16 del blog. Y decidimos reservar en el restaurante Tandoori Station (Madrid) y el resultado fue una verdadera y estupenda experiencia gastronómica sin gluten, por su sabor, textura y color. Pero, también por una atención de profesionalidad, cercanía y simpatía de todos los trabajadores del establecimiento. y su conocimiento sobre la problemática celiaca y la contaminación cruzada.
El grupo familiar formado por dos celiacos y cuatro no celiacos, salimos muy satisfechos de esta comida tan variada, tan distinta a lo que normalmente cocinamos o comemos, y en el caso de los celiacos, un tipo de cocina que en muy pocas ocasiones está a nuestro alcance, así que por eso, hemos querido escribir esta entrada en el blog, otorgando nuestra #propinadigital a este establecimiento.
Para las personas no celiacas, ni sensibles al gluten, el poder comer en un restaurante indio o de cualquier otro tipo, no les supone ningún problema en general (salvo intolerantes y alérgicos), pero para un celiaco el poder disfrutar de este tipo de cocina es algo extraordinario. Habíamos leído bastantes comentarios tanto de personas celiacas a las que el restaurante les había gustado mucho, y de personas no celiacas a las que también les había gustado bastante. También, entre los comentarios, habíamos leído críticas en cuanto a la cantidad y al "precio abusivo" y por eso os vamos a contar nuestra experiencia y daros nuestra opinión.
Nosotros, fuimos seis personas, alguna de las cuales por motivos laborales o por se verdaderos amantes de la gastronomía mucho antes de que se diagnosticara en nuestra familia la celiaquía y después, hemos tenido a oportunidad de estar en restaurantes de muy distintos tipos, y eso sin hacernos críticos, si nos hace valorar lo que nos sirven y nuestro sentimiento ante esos platos y el servicio, que no deja de ser nuestra opinión, ya que como se suele decir: "para gustos los colores".
Tuvimos la suerte de que a los seis comensales nos sentaran alrededor de una mesa redonda, al final del establecimiento. Y es que a nosotros nos gustan las mesas redondas, donde todos podemos compartir y dialogar a casi la misma distancia, sin el aislamiento y distancia que dan las mesa alargadas.
Como era la primera vez que acudíamos a este restaurante, solicitamos a la persona que hacía de "jefa de camareros" o "encargada" que nos orientara, y fue un gran acierto, ya que esta simpática y cercana mujer, acertó de lleno en la elección y variedad de los platos, degustando:
PAKORA: Verduras fritas rebozadas en harina de garbanzos. Que estaban crujientes y muy ricas.
TANDOORI MACHLI: El tandoori es una mezcla de especias para platos indios al horno, y "Machli" era el nombre de la tigresa de bengala más longeva de la india. Este plato es una de las especialidades de este restaurante y estaba realmente exquisito.
Tras este inicio de la experiencia gastronómica, y degustar los no celiacos un PANNER NANN relleno de queso, y los celiacos un pan plano exquisito, pasamos a la locura de colores sabores y texturas, todos ellos aptos para celiacos: MAKHANI, MURGHI KA TIKKA MASSALA, GOSHT KA ROGHAN JOSH, ARROZ PULAU, MAKHABNI JHINGA, MASSALE WALE CHOLE.
Lamentablemente, los postres aptos para celiacos no son tan amplios, y tendrían que mejorar la oferta, así que los no celiacos degustaron: YOGURT BULGARO Y CHEESE-LIMÓN, y los celiacos:
MANGO LASSI: Que es una bebida tradicional de la India a base de yogur o kéfir y mango
HELADO KULFI: Es un postre lácteo congelado realizado, en este caso aromatizado con pistacho.
El precio total de esta comida (6 comensales) fue de 207,30 € (34,55 €/comensal). Pero, antes de valorar si es caro o no, y dado que eso depende del poder adquisitivo de cada uno de nosotros, os vamos a dar unos datos que también tenemos en cuenta a la hora de dar nuestra opinión respecto a nuestra satisfacción de un establecimiento: Mantel y servilletas de tela. Con cada cambio de alimento, recogen platos y cubiertos (¿En cuantos restaurantes hacen esto?).
La decoración imitando el interior de un vagón de tren, así como la iluminación hacen que sea muy agradable. Así, que según nuestra opinión, no es barato, pero tampoco y en los tiempos que corren, comparando con locales que no ofrecen nada parecido, podemos decir que es caro.
CAMINOTAS
Como ya hemos dicho, dada la variedad de platos, de texturas, de sabores, de colores... estaría bien que el broche de una comida tan especial para los celiacos, se tuviera lo oportunidad de poder tener más postres para elegir.
Por nuestra parte, estamos seguros que volveremos bien cada una de las parejas con amigos y amigas, y en cuanto que nos sea posible los seis nuevamente para disfrutar de esta cocina tan especial en un lugar tan acogedor.
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