Hace unos días, por motivos que no vienen al cuento, nos tuvimos que acercar a la ciudad alcarreña de Guadalajara un lunes. No es buen día para visitar cualquier ciudad, ya que es en el que cierran museos y exposiciones, pero era el día que podíamos, y la verdad, es que en parte con el tiempo que hacía, en pleno "Veranillo de San Miguel", apetecía pasear por su calles, y aunque fuera solamente ver las fachadas de sus palacios, iglesias y todo lo que pudimos encontrar en nuestro camino sin rumbo, y sin organizar, algo raro en nosotros, pero que nos sirvió para ir descubriendo y parar a comer un rico menú del día sin gluten, sí, habéis leído bien : "Menú del día", apto para celiacos y a buen precio.
Como dejamos nuestro coche muy cerca del Palacio de los Duques del Infantado (Siglo XV), y de la estatua del Pedro González de Mendoza (Cardenal Mendoza), nuestro recorrido lo comenzamos desde este punto. ¿Nos acompañáis en nuestro paseo?
PALACIO DE LOS DUQUES DEL INFANTADO
Lo primero y lo que siempre nos ha llamado la atención, es la bellísima fachada con las denominadas con "punta de diamante" y en la última planta una galería de balcones o "garitones", siendo una obra de arte gótico civil, y también lo denominan gótico isabelino.
En la actualidad en su interior se encuentra el Museo de Guadalajara, que es el museo provincial más antiguo de España, ya que, fue inaugurado en 1838, y desde el año 1973 se encuentra en este palacio.
Después de admirar las fachadas de este precioso palacio, continuamos nuestro caminar por la calle de Miguel Fluiters, observando las fachadas de balconadas y cristaleras, hasta que llegamos a un edificio que rompe toda la armonía de la zona, y que corresponde a una entidad bancaria. Continuamos subiendo, para llegar a la calle Mayor, pasando la Plaza Mayor, donde destaca el edificio del Ayuntamiento de Guadalajara, y en esta misma calle, en el número 21, frente a la Plaza del Jardinillo, nos encontramos entre las fachadas de los edificios con una muy especial...
PARROQUIA DE SAN NICOLÁS EL REAL
La fachada es de ladrillo, pero lo que de verdad nos llamó la atención fue la portada barroca. Construido el edificio por la Compañía de Jesús entre 1647-1691), como Convento de la Santísima Trinidad, hasta que en 1767, por tras la expulsión de España de los Jesuitas, decretada por el Rey Carlos III, y en 1770 se traslado la antigua Iglesia de San Nicolás a este lugar.
Como podéis comprobar en la fotografía anterior, pudimos entrar al interior de este templo cristiano, y admirar la nave central, las seis capillas laterales y la hermosa cúpula, con linterna que permite el paso de la luz al templo.
Es de destacar, la escultura funeraria de alabastro de finales del siglo XV, donde descansas desde 1771 los restos de D. Rodrigo de Campuzano, Comendador de la Orden de Santiago, que falleció en 1488. Este sepulcro nos recordó al famoso de "El Doncel" de la catedral de Sigüenza.
Salimos del templo y continuamos nuestro paseo por la calle Mayor, y al llegar a la intersección con la calle Enrique Benito Chávarri, nos encontramos otras de esas obras arquitectónicas que rompen por completo la armonía de la zona y encima una de ellas es de la Junta de Castilla - La Mancha, y la otra de una entidad bancaria. Esta claro que no importaba el destrozar el centro de la ciudad, en este y en otros lugares, entendiéndolo como "modernismo".
Pasito a pasito, llegamos a la Plaza de Santo Domingo, y nos desviamos hacia...
PARQUE DE LA CONCORDIA
Bonito nombre para un parque, y para expresar lo que debería ser siempre la actitud de muchas personas que buscan todo lo contario. Y bonita también la talla en una de las grandes ramas que se habían secado, y que mide 2,5 m. Realizado por: Andrés Mena, Rafael Gonzalo y José Ángel Gil.
Curiosamente en los jardines junto a la Plaza de Santo Domingo, vimos otro árbol tallado representando libros superpuestos, en homenaje a los docentes.
Paseamos por el parque, viendo con esos ojos que aún mantenemos de "niños curiosos", detalles de cada rincón, de cada monumento, y de esos gorriones revoloteando alrededor en espera de unas migas. Y como frente a este parque, en la calle La Carrera, se encontraba el restaurante donde queríamos comer, pues nos fuimos a...
RESTAURANTE DON TOSTAJO
La verdad, es que teníamos ganas de conocerlo, ya que, hace ya años, un compañero de trabajo que vivía cerca, nos comentó que en este restaurante tenían carta sin gluten. Además, está asesorado por la Asociación de Celiacos de Castilla-La Mancha.
Podíamos haber almorzado a la carta, pero dado que es casi imposible en muchas ocasiones el poder disfrutar en un restaurante de un menú de día sin gluten, nos decidimos por el, con un precio de 12 € estando fuera de este precio si pedíamos pan sin gluten, cerveza o refresco. Y este fue nuestro menú
Pero no solo el menú, sino también la profesionalidad de José, que al entrar a cada grupo al comedor pregunta: "algún celiaco" o "algún problema con el gluten". Con un trato profesional, cercano, agradable, preocupado por el desperdicio de alimentos, que nos recordaba el trato de otros tiempos, sin servilismo, con respeto, conocimiento y amabilidad. Está claro que volveremos a degustar sus tapas y esos platos de la carta.
Fue una comida sencilla y muy bien cocinada, tranquila, pausada, en ese comedor estilo castellano, ya que, como ellos mismos tienen escrita en una pizarra: "No se permiten prisas de ningún tipo, nuestra comida no viene en lata... Nota: Disfruta de nuestra carta"
Tras la comida, salimos a estirar las piernas nuevamente por el parque, pero volviendo a caminar sin ruta, con el único fin de disfrutar, descubrir y como objetivo final llegar al coche. Y pasamos nuestras pisadas nos llevaron a la calle San Roque; Parque de San Roque, pasando por la escultura en un tronco conocida como "los achuchones"(necesita algo de mantenimiento y evitar la carcoma); cruzamos el Paseo de San Roque, y atravesamos la Puerta del Antiguo Ferial (realmente bonita así como la verja); y paseamos por el Parque de las Adoratrices, desde donde nos llamó notablemente la atención el...
PANTEON DE LA DUQUESA DE SEVILLANO
Como pudimos leer en el cartel informativo, realmente se llama: Panteón de la Condesa de la Vega del Pozo y Duquesa de Sevillano, cuyo nombre era María Diega Desmaissières y Sevillano. Su estilo dicen que es bizantino, aunque también lo catalogan de ecléctico, siendo su arquitecto: Ricardo Velázquez Bosco (arquitecto también del Palacio de Cristal de El Retiro de Madrid) Y se construyo entre los años 1882 y 1916. La ciudad de Guadalajara la nombró "hija adoptiva", por las Escuelas Modelo y el Asilo que construyo como mecenas.
Sea cual sea su estilo, lo cierto es que este panteón es impresionante, situado en una zona alta, al que se llega por una pista entre cipreses, pero que no pudimos ver por estar cerrado. Así que volveremos, y cargados con la máquina réflex ya que la foto con el móvil no representa la belleza del edificio y tejado.
De vuelta al Parque de San Roque, admiramos la...
ERMITA DE SAN ROQUE
Y al llegar frente a este edificio, si saber muy bien los motivos, nos acordamos de aquel estribillo que con un punto de mala leche hacían repetir para aprender a decir la "R": "El perro de San Roque no tiene rabo, porque Ramón Rodríguez se lo ha cortado".
Pero volviendo al edificio, y buscando datos, os recomendamos leer
La ermita de San Roque, de
Ángel Mejía Asensio "Historiador de vocación y maestro de profesión". Y entre toda la lectura, nos ha sorprendido el motivo por el que se restauró o volvió a construir:
"Sabemos que a principios de siglo, la ermita de San Roque, se encontraba prácticamente arruinada; esta situación fue corregida gracias a la herencia que dejó a su favor don Antonio de Yebes y Paredes, quien murió en la isla de Santo Domingo, en torno a 1732. En su testamento dejaba como heredera de 1.183 pesos, a la ermita de San Roque, con el fin de que se destinasen a su reedificación, una vez que se hubiese derribado la anterior ermita (que presentaba muy malas condiciones) y construyéndola con una capacidad mayor"
Ascendimos por el parque hacia la Av. de Juan Pablo II, y de golpe estábamos en una zona de edificios de planta moderna en calles rectilíneas con nombre de países europeos, que nos llevaron a...
LAS NAVES DEL AYUNTAMIENTO
Por el nombre podríamos pensar que llegábamos a algo así como una zona de trabajo del ayuntamiento, o en otra escala a algo similar a las "Naves del Matadero" de Madrid. Pero no, llegamos a una zona abandonada, vigilada por cámaras y guardas, de naves que en su momento debieron tener mucha vida, y donde además y como se puede leer a duras penas en un callejón que da acceso a la cripta del Convento de San Francisco, existió una comisaría.
Nuestra sensación fue de desolación, pensando en que esas naves, esos espacios podrían ser rehabilitados, remodelados y más en una situación como están, en lo alto de una colina, y convertirse en una zona de arte, de teatro de vida. Y mirando entre las ventanas rotas, vimos máquinas en una nave con un gran rótulo que ponía 1898, tras una esbelta escalera metálica y oxidada de caracol.
Con tristeza por este abandono, y ya con el tiempo llegando a su fin para poder llegar a Madrid, descendimos por la calle Irlanda, a la Pza. de Bejanque, y nos detuvimos a observar y fotografiar...
PUERTA DE BEJANQUE
Y es que en esta ciudad, como muchas ciudades tuvo su muralla sobre el siglo IX, aunque esta puerta en concreto data del siglo XIV. Lamentablemente, las murallas se conservaron hasta el siglo XIX, y el torreón que estaba junto a esta puerta se demolió el año 1884, y de casualidad no destruyeron también el arco. .
Continuamos nuestro paseo tranquilo por Guadalajara, pasando junto a la Concatedral de Santa María de Guadalajara, y subimos por la cuesta de San Miguel, para encontrarnos con la...
CAPILLA DE DON LUIS DE LUCENA
Esta capilla es la única parte que se conserva de la iglesia parroquial de San Miguel del Monte, un edificio románico-mudéjar, que fue demolida en el siglo XIX. Luis de Lucena, mandó construir esta capilla dedicada a la Virgen en 1540. En 1914, después de casi desaparecer, a petición del entonces ministro Conde de Romanones, fue proclamado monumento nacional.
La verdad es que es una joya de como en esos momentos eran capaces de con algo tan básico como el ladillo, construir este monumento donde se puede apreciar distintas disposiciones de los ladrillos y muchos detalles.
CAMINOTAS
Esta claro que volveremos a Guadalajara, a pasear con tranquilidad, a admirar sus monumentos en un día en que estén abiertos sus museos, y a disfrutar de su gastronomía sin gluten.
Esta visita sin planificar, a la ciudad de
Guadalajara la encontraréis como las otras crónicas viajeras, así como de otros lugares, en nuestra:
Carta Turística: Viajes, escapadas, senderismo, actividades, experiencias, naturaleza, lugares, rincones, ciudades, pueblos… Publicadas en blog.
#Escribimoslovivido
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