El tándem que formamos este blog, tenemos algunos gustos distintos, algunas aficiones distintas... pero coincidimos en muchas cosas y, así, unas de ellas, es que nos gustan la pintura y la arquitectura. Entre los pintores, coincidimos en que nos gusta la obra de Joaquín Sorolla Bastida (Valencia 1863 - Cercedilla 1923) por el trabajo de la luz, el trazo y el color. Respecto a la arquitectura, a los dos nos gusta la obra de Antoni Gaudí i Cornet (El Bajo Campó 1852 - Barcelona 1926), por el diseño distinto, el trabajo de la curva y la huida de la línea recta. Por otra parte, la parte femenina de este blog lleva años pintando con distintas técnicas, y a la parte masculina, le hubiera gustado ser arquitecto, y el lo que seguramente - aunque esté mal compararse con estos genios - les gustaba a ellos y nos gusta a nosotros es el Mar Mediterráneo, su luz y mucho más.
Sorolla, no encargó a Gaudí la realización de su vivienda (hoy museo) en Madrid, sino que se la encargó en 1909 al arquitecto y restaurador llamado: Enrique María de Repullés y Vargas (Madrid 1845 - Madrid 1922), Este arquitecto, es para mucho madrileños un gran desconocido, aunque es digno de conocer todas y cada una de sus obras nuevas y de restauración como nos cuentan en este artículo del Instituto de Estudios Madrileño . Sorolla, tenía claro que quería trabajar cerca de su familia, tener su vivienda, su estudio y su zona de venta conectados, que según podemos leer en la página oficial del Museo Sorolla: "La Casa fue para Sorolla un proyecto personal en el que intervino directamente, como muestra la extraordinaria colección de dibujos realizados por el propio pintor que se custodian en el Museo..."
Si no habéis visitado aún el Museo Sorolla, os recomendamos que lo visitéis, pero además, y por supuesto para ver la obra de este gran artista, también para analizar todas y cada una de las partes visitables de este edificio, diseñado a principios del siglo XX con varias puertas, Una de ellas en el frente de la casa tras subir unas bonitas escaleras, para dar acceso a la planta noble y planta primera. A nivel de calle, a la izquierda del edificio, por la que se accedía a la planta semisótano, zona de servicio y vivienda de los guardeses; en el costado bajando unas escaleras, se accedía a la zona de cocina y otras dependencias, así como al patio interior o "patio andaluz".
Al fondo de los jardines, subiendo una escaleras, se accedía a las tres naves de techos altos, con entrada directa de luz cenital y lateral (hoy cerrada por los edificios elevados de pisos contiguos), donde el artista trabajaba y recibía a sus clientes.
Desde el último de los estudios, acceso directo a la planta noble y escalera. Todo estaba muy bien diseñado para trabajar y vivir en familia, algo que nos hubiera gustado a todos, y sobre todo en estos momentos de teletrabajo, en el que estaría bien tener un taller, estudio o zona de trabajo separada, y a la vez unida a la vivienda y con buena luz natural.
Pero, para llegar a todas estas puertas, primero tenían que cruzar los jardines, que también diseño Sorolla como nos vuelven a informar en la página del museo: "El jardín fue otra creación de Sorolla, que diseñó su trazado y escogió sus especies, y que hizo de él uno de los temas favoritos de su pintura en sus últimos años". Y en el segundo jardín, podemos ver esta fuente que nos recuerda el estilo del Generalife de Granada, o del Alcázar de los Reyes Cristianos de Córdoba, donde el sonido del agua de las pequeñas fuentes transmiten un sonido de tranquilidad.
Sorolla, tenía muy claro (no como parece que ocurre ahora), que lo importante de un jardín no es el césped, y máxime en una zona seca como Madrid, sino el crear ambientes, zonas de sombra, claroscuros, perspectivas, colores, aromas y el sonido del agua... y eso lo consiguió, ya que en el primer jardín tiene una fuente alta, en el segundo este que os hemos mostrado anteriormente rodeado de tiestos de geranios y gitanillas, y en el tercer jardín, una fuente monumental con una especie de acequia, y el grupo escultórico conocido con el nombre de "Fuente de las confidencias", del artista Francisco Marco Díaz Pintado.
Desde el primer día que entramos en este museo, en este palacete, en estos jardines nos llamaron la atención, y ya en marzo de 2009, escribimos en nuestro blog: Paseando por la casa Sorolla (Madrid), y es complicado hacer fotografías sin personas por medio, ya que normalmente hay bastantes visitantes paseando o sentados en este jardín de tranquilidad en el centro de la ciudad.
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