En nuestra ruta en coche hacia el Paraíso Celiaco de Cangas del Narcea. Disfrutando del senderismo, la gastronomía local sin gluten, la naturaleza, de la vida durante seis días, el grupo de amigos y amigas, decidimos parar a realizar una visita cultural y gastronómica en Astorga. Los ocho componentes del grupo ya habíamos estado en esta gran obra realizada con sillares graníticos del Bierzo, que nos puede parecer por una parte un castillo de cuento, y por otra un palacio en el que habitaban los señores feudales. Pero, esta construcción, con soluciones y planteamientos de Gaudí, que varía bastante de otras de sus construcciones y una de las pocas que este gran arquitecto realizó fuera de Cataluña, aunque se le conozca como "Palacio Episcopal", nunca lo ha sido, ya que nunca ha sido sede episcopal, y desde 1963 en su interior esta el Museo de los Caminos, ya que forma parte del Camino de Santiago.
En la revista 10/95 de Integral, publicaba un artículo Frederic Viñas, que comenzaba así: "La recta es línea hecha artificialmente por la mano del hombre, la curva, en cambio, es la línea de la vida, de la Naturaleza, de Dios. ¿Qué ideas guiaron a Antoni Gaudí i Cornet, constructor de obras excelsas, llenas de simbolismo, candor infantil y elevado valor místico? ¿Quién fue este vegetariano ilustre, escultor de edificios ideados sin planos y creados con elementos naturales? ¿Qué trata de expresarnos su obra, inspirada en formas y estructuras de la Naturaleza?
Compramos la entradas con bastante anterioridad en Palacio de Gaudí, para poder comenzar la visita a las 12 h. Y aun con ese recuerdo, cuando nos plantamos delante de las murallas, y tras de estas, vimos las siluetas del palacio y de la catedral, nuestros ojos y nuestro cerebro comenzó a disfrutar.
Habían pasado 23 años desde la última vez que estuvimos visitando esta gran obra arquitectónica, de nuestro arquitecto favorito: Antoni Gaudí i Cornet. Aún manteníamos muy buenos recuerdos de este palacio, que nos recordaba a aquellos que construíamos con el Exín-Castillos. Y os podemos asegurar, que en esta ocasión y gracias a la visita guiada, se superaron nuestras expectativas sobre este gran edificio, su diseño, su interior, sus detalles...
Observando la entrada, esos arcos imposibles, y pensando que se construyo entre los años 1887 y 1893, y que Gaudí diseño una complicada construcción para esa época y con los materiales a emplear, que algunos expertos mantienen que "se pudo inspirar en la Torre Eiffel, ya que el cuerpo saliente, con ese perfil e inclinación", pero, claro, la diferencia es que esta construcción no se elevó con vigas y remaches, sino con granito, algo muy distinto a instalar un mecano metálico.
Esa diferencia de materiales, se comprende rápidamente al volver a observar la portada abocinada con triple pórtico, que resulto casi imposible de realizar, sufriendo varios fracasos, hasta que Gaudí trajo un equipo con el que en esos momentos estaba trabajando en la Sagrada Familia y el Palau Güell de Barcelona, y consiguieron construirla para asombro de todos los allí presentes. Y es que cada detalle del palacio es increíble, y merece la pena dar una vuelta a su alrededor antes de entrar en su interior, para ver detalle como este puente sobre el foso perimetral y la escalera de acceso. También, destacar la rampa que realizó aprovechando la muralla, para que los carros pudieran acceder a la cocina situada em en la primera planta, a través de un puente.
Igual que aunque se le conozca como Palacio Episcopal, sin haberlo sido nunca, resulta, que tampoco lo dirigió las obra hasta su terminación Antonio Gaudí, ya que con fecha 4 de noviembre 1893, renunció a continuar ocupándose de los trabajos de construcción, al haberse desilusionado ante el cambio en el cabildo catedral, y con fecha 8 de enero de 1984, se admite su renuncia, que no su cese, sucediéndole e arquitecto diocesano de León Francisco Blanc y Pons, que se limita a certificar las obras ejecutadas por el contratista Saturnino Vilalta hasta octubre de 1899, en que surgieron problemas entre ambos, y entro otro tercer arquitecto, llamado Manuel Hernández y Álvarez Reyero... Y si os interesa conocer todos los tejemanejes, cambios de obispados, aportaciones del estado, arquitectos y jefes de obra, os recomendamos consultar (es lo que hemos hecho nosotros) el estupendo libro de Manuiel García-Martin: "Paisaje de Astorga" (Primar edición, noviembre 1994). Y ahora, abrimos la puerta para entrar a su interior.
Pasar el umbral de la puerta, supone el admirar un increíble trabajo de columnas, arcos, capiteles, bóvedas... y ladrillos de barro vidriado fabricados con las formas específicas para ese lugar, empleando moldes diseñados por Gaudí (se conservan 18 distintos), y que se realizaron en la cercana población de Jiménez de Jamúz Y es que este grandísimo arquitecto, realizaba un trabajo completo de diseño, desde el edificio hasta los detalles más pequeños. Y miremos a donde miremos, las soluciones arquitectónicas, la mezcla de materiales, así como las vidrieras llenan cada rincón de este palacio.
En una esquina, para subir al primer piso por el torreón norte, encontramos una
escalera de caracol, cuyo peldaño de granito de gran tamaño, fue trabajado por los canteros, y seguro que fue compleja su construcción. Pero, además de los peldaños de esta escalera, llama la atención esa puerta enmarcada por los ladrillos de barro vidriado, que se ha cerrado con un cristal, pero ¿sabéis que estaba proyectado?
Pues, Gaudí, dejo ese hueco en la escalera para instalar un ascensor, sí, un ascensor. Y es que esta máquina se había instalado por primera vez como un elevador de carga o montacargas en 1854 por el ingeniero estadounidense Elisha Graves Otis, en la exposición del Palacio de Cristal de New York. Y no fue hasta 15 de diciembre de 1877, cuando se instaló el primer ascensor en España, en la calle de Alcalá nº 5 de Madrid (Ni el edificio ni el ascensor existen ya). Por lo que si se llega a instalar en este palacio en el año 1887, hubiera sido 10 años después, pero uno de los primeros, y más en un palacio de esta importancia arquitectónica, tanto en los materiales con diseño.
Pero, este palacio esconde tanta historia de su construcción, tantos detalles arquitectónicos y del trabajo de artesanos y trabajadores anónimos que lo realizaron, y tanto a donde mirar y fotografiar. Y un lugar especial, es la
capilla, presidida por una estatua de la Virgen con el niño en brazos, obra del
escultor madrileño Enrique Marín e Higuero, que a partir de 1913 comienza a realizarla en mármol de carrara, y zonas doradas con oro fino. Las
cerámicas de esta capilla, fueron encargadas al
ceramista Daniel de Zuloaga Boneta, madrileño, establecido en Segovia. Y las vidrieras realizadas por
José Mauméjean, vecino de Madrid, con el que las contrataron en 1912. Y respecto a las pinturas al fresco, son del pintor
Fernando Villodas y Revillas, al que se le contrató también en 1913. Y que mucho antes de que el director de cine Alfred Joseph Hitchcock, saliera en sus películas, el pintor se autorretrato en su obra en la capilla, y mira como te mira fijamente.
Podríamos comentaros muchas más cosas de este palacio de nuestro arquitecto favorito, pero, os animamos a visitarlo, si os gusta la arquitectura, las vidrieras, la historia... Y no os hemos comentado naca de lo que esconden los sótanos... Y tampoco de la grandísima e impresionante maqueta realizada por Pedro Luengo, nieto del segundo maestro de obras del palacio. Está realizada en madera, y además del Palacio de Gaudí, también muestra la Catedral de Astorga, y otros elementos arquitectónicos de esa zona monumental.
CAMINOTAS
Esta visita al
Palacio Gaudí de Astorga, que nunca fue
Palacio Episcopal, esta visión particular de lo que vimos y sentimos con esa mirada de niños que nunca queremos perder, así como otros lugares, siempre las encontraréis (según vamos actualizando), en:
Carta Turística: Viajes, escapadas, senderismo, actividades, experiencias, naturaleza, lugares, rincones, ciudades, pueblos… Publicadas en blog.
Y de vuelta de ese viaje o escapada, volvimos a detenernos en tierras leonesas, en El Bierzo, para visitara el Castillo de los Templarios de Ponferrada, pero eso ya os lo contaremos en otra entrada.
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