Ampliando sobre nuestra Escapada otoñal al Parque Natural de Gorbea/Gorbeia, Valle de Arratia, Vitoria-Gasteiz, Bilbao, Salinas de Añana, Burgos #senderismo #turismo #gastronomía. La tarde del día siguiente de llegar a la casa rural, y viendo que el tiempo iba a ser bueno decidimos preparar las mochilas, los palos de senderismo, algo de comida, bebida, y realizar esta ruta senderista que ya teníamos estudiada. Y es que si buscáis esta ruta de senderismo partiendo del aparcamiento de Pagomakurren (Areatza) en wikiloc, la distancia entre ida y vuelta por el mismo camino, está en aproximadamente 13 km. Y casi en todas las personas comentan cosas muy similares: "Una ruta agradable sin complicación técnica aunque si con una buena subida" o "Para un montañero experimentado seguramente sea pan comido, pero para el aficionado al senderismo se trata de una ruta de dificultad moderada o difícil", y algunas puntualizaciones en el tramo final: "Dificultad física: Media. Subidas progresivas, sin mucho desnivel. Excepto la cuesta del final que se hace intensa". Y estos los datos técnicos: "Desnivel positivo: Inicio ruta en el aparcamiento de Pagomakurre 849 msm. Subida a la cima del Pico Gorbea (1482 m), Desnivel positivo de la ruta 823 m. de subida y 838 metros de bajada". Eso sí, todos coinciden: "La subida del Gorbea es una de las rutas más populares del País Vasco y una experiencia fantástica para cualquier amante del senderismo o del montañismo". Así que, el pasado 25 de octubre, sobre las 10 de la mañana, para evitar las nieblas de primera hora, comenzábamos a caminar desde el aparcamiento de Pagomakurren (849 m), junto a otras dos parejas de amigos senderistas con edades entre los 60 y 70 años, y os vamos a contar nuestra experiencia en esta ascensión otoñal.
Esta es la fotografía de la cruz en la cima del monte Gorbea / Gorbeia que tiene una altura de 17,23 m, siendo la tercera que se instala, desde que en 1899 se instalara la primera, pero tanto fue destruida, como la segunda por vendavales. Bajo, la cruz, la imagen de la Virgen de Begoña, mirando hacia Vizcaya. La placa que existe en el pedestal de la virgen, que hemos utilizado para tapar a los que llegaron a la cima, y que no les gusta salir en RRSS.
La estrecha carretera, por la que es preciso circular con mucha precaución y que es el acceso desde Areatza, estaba engalanada con los bonitos colores otoñales, en ese día luminoso de octubre.
El aparcamiento es amplio, y ese día casi no había ningún coche aparcado, aunque al ser tan popular, los fines de semana se llena y sobre todo en temporada de buen tiempo.
ASCENSO AL PICO GORBEA
Desde el aparcamiento, con las mochilas a la espalda, tomamos el camino perfectamente señalizado, que discurre por una pista con firme de macadan y en pendiente, para avisarnos de que todo el camino serán en ascenso continuo.
Pero, desde casi los primeros metros tras abandonar el aparcamiento, las vistas hacia la izquierda son impresionantes, y hacen que nos detengamos a realizar fotografías con nuestro teléfono móvil.
Y hacia el frente, en todo momento, nos vamos haciendo una idea de hacia donde tenemos que caminar, ya que desde el principio, se divisaban los distintos picos, y el Gorbea de fondo.
Desde el principio, a la izquierda de sendero, la vista es espectacular, y como no íbamos a batir ningún récord, fuimos disfrutando de cada paso del camino, de cada vista que nos ofrecía, y del cielo.
Es una zona ganadera, y lo primero que nos encontramos en pleno camino, fue un bonito ejemplar de vaca, que por otra parte es el animal que más teme Ana encontrarse al caminar, ya que las tiene bastante fobia. Pero, la vaca se puso en la orilla, y Ana le echó valor para continuar caminando, animada y protegida por los amigos y amigas.
Paso a paso, disfrutando de todas las vistas, llegamos a las Campas de Arraba, verdes, preciosas en esta altura de la montaña, que con el contraste de la roca blanca descubierta, y el cielo azul embellecían aún más el lugar.
Teníamos claro que por la pista que íbamos, y siguiendo las indicaciones de un amable guía del Parque Natural del Gorbeia con el que hablamos en el camino, no nos perderíamos, pero el cartel, nos lo confirmó.
Al poco, la pista ancha, se convirtió en un camino estrecho entre el verde de la campa, donde vimos a vacas, caballos y ovejas pastando en esa zona tan bella y con un día de otoño tan espectacular. Y también el Refugio Ángel Sopeña, que dejamos a nuestra derecha.
Paso a paso por ese sendero estrecho y ascendente, llegamos a una zona rocosa, donde podemos ver un cartel que indica: "Nuevo sendero / Bide barria" y haced caso a este cartel, ya que aunque baja un poco, evita con un pequeño puente de madera una zona donde normalmente se precipita una cascada, o siempre esta lleno de barro, que puede provocar caídas.
Este día, no había cascada, pero en la zona, aunque el camino tiene bastantes piedras, si estaba con agua y barro en algún tramo. Pero, como en todo el recorrido, con una estupendas vistas. Llegamos al paso de Aldape y dejamos a nuestra derecha la Peña de Galzarrieta (1183 m)
Bajamos, y nos encontramos con otra zona de prados verdes, campas, donde encontramos a un pastor con su ganadería de vacas y caballos, cerca del Paso de Zastegiko Landa. Y donde se ve perfectamente el recorrido de la senda hacia el Gorbea, disfrutando de unas vista preciosas.
Pasamos este prado verde en el que el ganado se aparto, y así, Ana continuo su camino sin problemas, y llegamos a la encrucijada de caminos de la cuenca de Eguiriñao, donde entre otros carteles vemos este de: "GORBEIAGANE 1,8 KM /50' GR 123". Y ya parece que tenemos cerca la cima de este pico, ya que solo nos faltan 1800 metros caminando durante algo menos de una hora.
El camino de tierra, se convierte en uno empedrado como si fuera una calzada romana, que penetra en el segundo hayedo, que lucía sus colore otoñales. En el se encuentra la Ermita Refugio Ntra. Señora de las Nieves / Errudetako Ama, y una serie de refugios adosados pertenecientes a distintos club de montaña vascos, entre ellos el de "Luis de Abendaño del Bilbao Alpino Club".
Decidimos descansar un poco al sol en los poyetes de roca, hidratarnos y tomarnos unos frutos secos, fruta y fruta desecada. Pero ante todo, descansar un poco, ya que sabíamos que nos faltaban los tramos con más pendiente para llegar a la cima. Y hasta llegamos a plantearnos si continuar. Al final, nos animamos y volvimos al camino hacia la cima del
Pico Gorbea, abandonando este bonito hayedo.
Por delante, nos esperaba esta pedrera con vegetación y con buena pendiente, para ascender hacia el pico. Y fuimos caminando como se suele decir: "Subir como viejos, para llegar como niños". Mientras ascendíamos, bajaba muy fresco que nos felicitó por haber tomado el camino por el extremo de la pedrera, ya que como conocedor de la zona, no muchas personas cogen este camino. Y nos dijo: "Yo subo muy a menudo, y ahora bajo rápido al refugio para comerme unos buenos huevos fritos".
Pero, esta claro que aún caminando así, no estábamos en forma física, entre otras cosas por haber tomado los días anteriores antibióticos (Ana), y por no acabar de recuperar la forma física (Víctor). Así, que tras subir esta pendiente, les dijimos a nuestro cuatro amigos, que no continuábamos hacia la cima, que descendíamos y les esperábamos junto al refugio
Luis de Abendaño. Ellos continuaron, camino de la cima.
Nos quedamos un rato sentados, recuperándonos, comprobando las pulsaciones, hidratando y disfrutando del paisaje que teníamos ante nuestros ojos.
Habíamos llegado a la altitud de 1207 m, por lo tanto solo nos quedaban 275 m para llegar a la cima, aunque los metros con más pendiente del ascenso, que hemos representado en color naranja en el mapa del recorrido. Pero, tuvimos que parar y retroceder, no fue un fracaso, fue una satisfacción de haber disfrutado de es se camino, y lo que nos quedaba de vuelta.
DESCENSO DEL PICO GORBEA
Volvimos sobre nuestros pasos, descendiendo la pedrera, que en descenso se nos hizo aún más pesada, hasta llegar al hayedo, donde volvimos a sentarnos a la sombra de estos gigantes y esperamos al resto de los componentes de este grupo de amigos y amigas.
De las los amigos que continuaron ascendiendo a la cima, al poco tiempo, unos 100 metros más arriba, la otra pareja, decidió también darse la vuelta, y bajar al hayedo donde estábamos esperando. Siendo, los dos amigos más mayores de edad, pero en mejor forma física, los que consiguieron subir ese tramo de zona verde con bastante pendiente, y llegar a la cima. Cuando descendieron al hayedo, recibieron nuestros aplausos por haber continuado hasta hacer cima, y decidimos bajar hasta el
Refugio Ángel Sopeña.
En este refugio, disfrutamos de un poco de Queso Idiazabal con membrillo, y unos exquisitos huevos fritos con bacon que nos supieron a gloria, y de postre un yogur todo sin gluten, en un lugar tan especial como este refugio.
Tras la comida, el descanso, hablar sobre la ascensión, retomamos nuestro camino de bajada hasta el aparcamiento de Pagomakurre a coger nuestros coches.
GRAFICOS RUTA SENDERISTA HACIA EL GORBEA
En este primer gráfico, podéis observar el recorrido que hicimos, hasta la altitud de 1207 m. donde paramos y comenzamos el descenso.
Aquí, el gráfico de altitud durante esta ruta senderista, y la velocidad que llevamos en este recorrido.
Siendo el tramo de ascenso y descenso de las de 10 a 18 horas. Claramente, nos lo tomamos con calma y disfrutando del paisaje, que era lo más importante para nosotros, ya que no competimos con nadie, ni ya tenemos edad de competir, entre otras cosas porque tanto la escalada cuando la practicábamos, como el senderismo, siempre lo hemos entendido como una manera de disfrutar de la naturaleza.
Nos gustó tanto este sendero, las vistas durante todo el recorrido, que esperamos poder volver en otra ocasión estando en mejor forma física, y hacer cima. Pero, lo importante fue poder disfrutar de cada paso, de cada imagen, de la compañía de los amigos y amigas, y disfrutar de la vida en la naturaleza, entre otras cosas viendo animales tan bonitos como este potro pastando en las Campas de Arraba
CAMINOTAS
Lo dicho, no fracasamos por no llegar a la cima, comenzamos el camino felices de estar allí, del día otoñal tan bonito, y lo terminamos felices de haber disfrutado de este sendero, ya que nosotros entendemos desde siempre, que lo importante no es llegar al punto final, sino disfrutar de cada paso del camino, de las pequeñas y grandes cosas.
Eso si, siempre, recordando una frase que ya hemos hecho nuestra, aunque fuera del alpinista italiano Guido Rey: "Solo vive de veras, quien jamás se detiene". Así que, continuaremos viajando, caminando mientras que nuestras posibilidades, y por supuesto que tanto las fuerzas físicas, como las síquicas nos lo permitan, y siguiendo el ejemplo de los dos amigos que llegaron a la cima.
Como dice la gran deportista Teresa Perales: “Un fracaso es un aliciente para volver a intentarlo”.
Este recorrido de senderismo, esta crónica viajera, así como de otros lugares, siempre las encontraréis (según vamos actualizando), en:
Carta Turística: Viajes, escapadas, senderismo, actividades, experiencias, naturaleza, lugares, rincones, ciudades, pueblos… Publicadas en blog.
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