Hace unos días, pusimos esta fotografía en Instagram con el siguiente texto: Las puertas siempre esconden secretos, y algunas cómo esta, además de esconder mucha historia, da paso a la libertad de admirar el mar, de disfrutar del color, del agua y de mucho más.
¿Sabéis donde está esta puerta? Pues esperamos no tardar mucho en contaros algo sobre su historia, lo que protegía, a a donde llegamos al atravesarla. Y muchas cosas más...
Aquí estamos para intentar sacaros de dudas, aportar algo más sobre esta "Puerta San Gabriel", "Puerta de la Cantera" o "La Trancada" y la sobre la isla en que se encuentra.
Comenzaremos explicando que forma parte de una muralla construida en la única isla habitada de la Comunidad Valenciana, que es la Isla de Tabarca, aunque en realidad forma un minúsculo archipiélago compuesto por las islas: La Nao, La Galera, La Cantera y Tabarca. La más grande es Tabarca, pero no llega a los 2 km de longitud de punta a punta, y con una anchura máxima de 400 metros.
Volviendo a la puerta, es la que daba acceso a la isla de La Cantera, de donde se extrajeron las piedras para construir la muralla perimetral de la población, por orden de Carlos III, en el siglo XVIII. Estas murallas, algo deterioradas por el paso del tiempo, la erosión y algo de más, están declaradas Conjunto Histórico Artístico y Bien de Interés Cultural desde 1964, pero bajo nuestra opinión tendrían que intervenir más en su protección y mantenimiento. Y en la siguiente fotografía podéis ver la puerta, parte de la muralla y algunas viviendas de esta población donde habitan unas 50 personas, desde las aguas del Mar Mediterráneo, desde donde llegan diariamente muchísimos visitantes en distintas embarcaciones.
¿DONDE SE ENCUENTRA?
Como ya os hemos contado está en el Mar Mediterráneo, en la Comunidad Valenciana, y administrativamente es una "Partida Rural" del Término Municipal de Alicante, con el nombre oficial de: "Isla Plana o Nueva Tabarca" encontrándose a 22 km de esta ciudad, estando más cerca de la de Santa Pola, de la que solo la separan 8 km. Y respecto al punto de la Península Ibérica, el punto más cercano es el Cabo de Santa Pola, desde donde donde se puede ver sin ningún problema, ya que solo se encuentra a 4,3 km (2,35 millas náuticas)
MIRADOR DEL FARO DE SANTA POLA
Cerca de este faro, y sobre el acantilado de unos 150 metros, en el año 2015 se instaló el mirador, desde el que se aprecia la bahía de Alicante, y perfectamente la Isla de Tabarca, dándonos cuenta, de los motivos para recibir el nombre de "Isla Plana".
Parece que tanto los romanos, como los griegos pasaron por ella, y estos últimos le dieron el nombre de "Planesia", pero no habitaron en ella. Lo que si lo hicieron, fueron los piratas berberiscos durante el siglo XV, que la tomaron como base para realizar ataques a las costas levantinas. Los ataque de "El Corso", hicieron que se construyeran en la Huerta de Alicante (Alicante, San Juan de Alicante, Muchamiel y El Campello), torres defensivas integradas en las casas de la huerta o masías, y en toda la costa, torres de vigía como esta "Torre del Giraley o Torre del Charco de Giraley" construida por orden de Felipe II, y desde donde se ve el Faro de Santa Pola hacia el sur.
Para evitar que los piratas usaran la isla como base para sus ataques, en el siglo XVIII, Carlos III, además de ordenar la ejecución de una muralla perimetral, y empleó para su construcción las piedras extraídas de la cercana isla de La Cantera, donde aún hoy se pueden apreciar los cortes en sus rocas. Y seguro que mucha estas piedras que formaron parten de la muralla, pasaron por la "Puerta de San Gabriel", en la que se puede aún leer la inscripción: "CAROLVS III HISPANIARUM REX FECIT EDIFICAVIT" (Carlos III, el rey de las Españas que lo hizo y lo edificó).
Una vez construida la muralla, llevó como colonos o habitantes a esta isla, a varias familias de pescadores genoveses, que estaban prisioneros en Túnez, en la ciudad de Tabarka.
UN DÍA EN LA ISLA DE TABARCA
Hacía años que no habíamos vuelto a visitar esta isla, y recientemente, aprovechando nuestro 38 aniversario de boda, lo hemos vuelto a hacer, con la idea principal de pasar el día practicando snorkel y disfrutar de su gastronomía, pero, por supuesto sin gluten. Para ello, lo primero que hicimos, fue informarnos de la existencia de restaurantes aptos para celiacos y certificados con la Asociación de Celiacos de la Comunidad Valenciana (ACECOVA), y nos sorprendimos al ver que existen tres restaurantes certificados en esta pequeña isla. Agradecemos a esta asociación el trabajo que realizan para que los celiacos podamos comer con garantía y seguridad, así como en este caso también a María van... por toda la información que nos facilitó. Como nos gusta la gastronomía, revisamos las reseñas de estos restaurantes, y de otros que nos habían indicado amigos y conocidos, y al final, nos decidimos por el mejor valorado por todo tipo de clientes, y del que ya os hablaremos, donde disfrutamos del típico Caldero Tabarquino.
Así que tomamos uno de los primeros barcos que parten cada media hora desde el puerto de Santa Pola, y que por 10 € (ida y vuelta) realizan el recorrido de puerto a puerto, y en menos de media hora, estábamos ya en la isla, que nos ofrecía esta bonita imagen antes de llegar al puerto.
En nada, desembarcamos en el Puerto de la Caleta desde barco que se ve a la derecha junto al muelle, y caminamos hacia esta caleta donde estaban ancladas distintos tipos de embarcaciones de pesca o recreo
La mayoría de las personas, se dirigieron hacia la zona de la almadraba, y cruzando la estrecha franja de tierra, llegar a la Playa de Tabarca, donde se encuentran gran cantidad de restaurantes. Nosotros, nos dirigimos hacia la población, pasando por la "Puerta de San Rafael" o "Puerta de Levante" que no conseguimos fotografiar en todo el día, debido al paso continuo de personas en ambas direcciones.
Nada más pasar la puerta, nos adentramos en esa población de pescadores del siglo XVIII, con bonitas y estrechas calles, con unas perspectivas impresionantes rotas por el bonito color de la buganvilla.
Atravesamos la "Puerta de San Gabriel", y si os fijáis, los rayos del Sol, nos indican sobre la pared de la puerta, donde aún se puede leer la palabra: "EDIFIC" como llegamos más o menos pronto, pudimos coger un sitio para poner dejar nuestras cosas, ponernos las gafas, tubo, aletas, e introducirnos en esas aguas mediterráneas.
Además, desde el primer momento comenzamos a disfrutar de ver distintos ejemplares de peces, tanto por su tamaño, como por sus colores. Y con una luz muy especial que nos daba la sensación de estar en un acuario rodeado de animales tranquilos que nos miraban sin asustarse de nuestra presencia, y protegidos por la belleza de esa muralla, que en algunas zonas aún se conserva en buen estado.
Estuvimos acompañados durante ese día por nuestros cuñados, que son grandes aficionados a buceo, apnea y snorkel, habiendo realizado inmersiones en muchos de los lugares más bellos del mundo, y con los que llevábamos más de diez días practicando snorkel por distintas calas de Alicante.
Pero, como no solo habíamos ido a hacer snorkel, sino que también a disfrutar de la gastronomía local sin gluten. Habíamos reservado mesa en el restaurante que desde hace años tiene las mejores reseñas de toda la isla, y habíamos solicitado dos menús, entre ellos el caldero tabarquino, que nos presentaron tras los entrantes con este pescado que ellos llaman "gallina". Pero, ya os hablaremos en otra entrada en el blog del menú y del restaurante, ya que se ha merecido nuestra #propinadigital, y que volvamos.
Tras la estupenda comida, la pareja de buceadores, decidió volver a introducirse en el mar, pero como el viento había cambiado, buscando otra zona más tranquila. Mientras tanto, el tándem que formamos este blog, fuimos a caminar por la muralla, y viendo la zona desde otros puntos, como esta fotografía realizada desde la muralla con el islote de La Cantera al fondo, donde anidan varios tipos de aves.
Continuamos nuestro caminar, y nos salió a saludar una simpática gaviota, que parecía posar para nosotros, ya que se mostro totalmente tranquila ante nuestra presencia y realizarle la foto con el móvil.
A las 17 h el calor era sofocante, decidimos continuar caminando por la costa sur, llegando a las Calas del Birros y la Guardia. Unas bonitas calas con cuevas alrededor y con las aguas muy transparentes.
Realmente, miráramos donde miráramos, el mar nos atraía, pero también sus rocas y esa muralla, y así fue en la conocida como Cova del Llop Marí o Cueva del lobo marino, donde existe una gruta que penetra unos 100 metros en el subsuelo, y donde se dice que a finales del siglo XIX, llegaron dos grandes lobos marinos que iban a tener su primera cria, paro los pescadores de la isla, decidieron acaba con sus vidas, pensando que romperían las redes y les complicaría la pesca, y los mataron una noche de luna llena, creándose la "Leyenda del lobo marino" diciendo entre otras cosas que las noches de luna llena, el lobo marino lanza aullidos de dolor y rabia. No fotografiamos la gruta, por haber mucha gente.
Y en nada, divisamos la playa de Tabarca, donde se acumulan la mayoría de los restaurantes o chiringuitos, así como también personas. A nosotros, no nos llamó la atención, y por eso pasamos de largo, aunque hemos de decir, que en el punto más estrecho, junto a la zona de palmeras, y las duchas (esta playa si tiene duchas), era el lugar donde corría la mejor brisa de toda la isla.
Pasada la playa, entramos en la zona deshabitada de la isla, la conocida como "campo de Tabarca", y al poco llegamos a las calas o playas frente a la Isleta de la Galera, que como nos había advertido amablemente Sergio en el restaurante, tendría más algas de lo habitual, ya que hasta el día anterior había soplado "Mistral".
Pensábamos haber llegado hasta el Faro de Tabarca, al cementerio o a la misma Punta Falcón, pero no habíamos cogido agua, y el calor ya era algo insoportable, así que con la vista del faro, dimos la vuelta por los caminos hacia la orilla norte de la isla.
En esa vuelta, nos detuvimos ante el gran vigía de la isla, que no es otro que la Torre de San José, que también recibe el nombre de Castillo de Tabarca, y que fue construida el año 1790, que ha tenido distintos usos además del de vigilancia o defensivo, ya que ha sido cárcel y cuartel de carabineros.
Nos sentamos en sus escaleras, a la sombra del propio edificio para evitar durante ese rato el calor, y continuamos nuestro caminar hacia la población, donde nos refrescamos un poco por dentro, ya que al llegar nuevamente a las rocas, junto al mar, nos dimos un buen baño para refrescarnos por fuera. Tanto nos gustó el baño, que casi perdemos el barco de las 19 h. que es el queríamos coger.
Nos quedamos con ganas de visitar algunos rincones más de la isla, como la Iglesia de San Pedro y San Pablo, construida en 1779, declarada Bien de Interés Cultural en 1964, aunque el edificio adosado desmerece toda la belleza del la iglesia, y se debería tomar una decisión respecto a el.
Pero, salimos corriendo por las calles de la población, y llegamos a tiempo, para despedimos de este estupendo día en esta isla llena de belleza e historia, con esta luz tan especial.
Tras una navegación tranquila y corta, llegamos con las luces casi del atardecer al Puerto de Santa Pola.
El atardecer fue precioso, como lo fue todo el día. Pero no lo pudimos fotografiar ya que íbamos en el coche camino al "Refugio de altura", desde donde habíamos partido por la mañana.
CAMINOTAS:
Nos hubiera gustado haber pasado alguna noche en la isla, y ver amanecer desde ella, pero eso si nos es posible será para otra ocasión.
No esperéis estar solos en la isla, ya que es un gran atractivo turístico y forma de vida de todos los establecimientos de restauración, así como los barcos que parten desde distintos puertos de la costa alicantina.
Por parte de los responsables del ayuntamiento de Alicante, se tendrían que tomar medidas para proteger de alguna manera los contenedores de basura, que no estuvieran a la vista, ya que afea el paisaje tanto de la propia población, como de las zonas abiertas.
Está bastante limpia para el número de visitantes que recibe, y el problema de la suciedad, es más un problema de educación de los visitantes, que de los servicios de limpieza, que continuamente realizan uj recorrido vaciando las papeleras.
Hemos leído en algunos grupos de la provincia de Alicante, que se tendrían que tomar medidas de control del número de visitantes, y creemos que es algo complicado. Lo cierto, es que si se hubieran tomado medidas en cuanto al tipo de edificaciones, para mantener un poco el estilo de viviendas, la isla seria más atractiva, así como un mejor mantenimiento de la muralla.
Por otra parte, teniendo la gran extensión de campo, se podría pensar en crear una isla autosuficiente energéticamente con energía solar, y buscar soluciones a los residuos urbanos, así como mantenimiento de edificios. Es una pequeña joya que hay que proteger.
Esta visita a la Isla de Tabarca (Alicante), así como de otros lugares, siempre las encontraréis (según vamos actualizando), en: Carta Turística: Viajes, escapadas, senderismo, actividades, experiencias, naturaleza, lugares, rincones, ciudades, pueblos… Publicadas en blog.
Por nuestra parte, tenemos claro que volveremos a visitar esta Isla Plana, esta "Planesia" de los griegos.
#Escribimoslovivido
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