Teníamos muchas ganas de volver a caminar por la naturaleza, ya que por unos motivos u otros hacia tiempo no lo hacíamos. Y el pasado sábado hemos disfrutado caminando junto a un estupendo y organizadísimo grupo de senderismo, por la Ruta de las Aves, junto al embalse de Navalcán (Toledo). Una ruta sencilla que comienza en la población de Navalcán, con poco desnivel, pero con un recorrido de unos 13,5 km por el PR-TO13
Así que a las 10 de la mañana aproximadamente con las botas calzadas, comenzamos los primeros pasos por una calle llena de naranjos, para llegar a las inmediaciones del cementerio de la población, donde parte la ruta. Podéis descargaros el folleto en PDF AQUI
Tras abandonar el asfalto, caminamos por una ancho camino público entre cercados de las dehesas cercanas.
Y nos vamos encontrando con carteles de madera que indican “Ruta de las Aves” y nos van indicando los kilómetros realizados. En esta ocasión ya llevábamos 1 km.
Tras este camino público, pasamos a través de “pasos canadienses” que evitan la salida del ganado a una finca llamada “La Dehesa” propiedad del ayuntamiento de Navalcán, entre encinas y alcornoque a los que extraído o sacado su corteza de corcho.
Casi desde el principio del camino, vemos al fondo el relucir de las aguas del embalse, hacia donde nos lleva el ancho camino. Y nos vamos fijando en el estupendo corcho de estos alcornoques.
Y una vez llegada a la orilla, que en esta ocasión debido a la sequía ha retrocedido respecto a otra época del año, el camino bordea la orilla por un camino muy bien señalizado.
El camino continua, y vemos otro tipo de carteles que hemos ido encontrando por el sendero del PR-TO13. Indicando lo que nos falta y lo que llevamos recorrido.
El caminar, también es pararse, fotografiar, observar el paisaje, y las pequeñas cosas. Y entre los matorrales, unos punto rojos nos llaman la atención. Son una colonia de mariquitas (coccinélidos - de la familia de insectos coleópteros), animal tan necesario para evitar algunos tipos de plagas, como la de pulgones.
Pero también, junto a la orilla y el camino, nos encontramos un grupo de ganado vacuno pastando, animales que a algunos de nosotros nos dan algo de temor. Pero parece que están tranquilos, aunque alguno tiene buena cornamenta.
En el embalse vemos alguna grullas y otras aves. Pero la algarabía está sobre nuestras cabezas con los grupos de aves migratorias que nos sobrevuelan.
La sequía hace que caminemos sobre lo que tendría que ser agua, y así podemos ver ejemplares de troncos extraños, casi petrificados, con formas impresionantes, que parece que piden ser fotografiados, tanto dentro del agua.
Como pudiéndonos acercar a observar lo que ese tiempo bajo el agua, han formado unas arrugas o cicatrices y oquedades impresionantes.
Una vez pasado el río, el camino se va alejando del embalse, del río y va ascendiendo entre rocas, perdiendo casi el camino y teniendo que seguir las “flechas amarillas”. Pero es un bonito recorrido entre esta naturaleza exuberante. Y dado que parte de los componentes del grupo llevaban Track GPS no tuvimos problema de seguir el camino.
Unos pasos más adelante, entramos en la conocida como la Dehesa de las Calabazas, y nos volvemos a encontrar con el agua en el Embalse de la Cebollosa.
El camino casi inexistente va tomando altura, subiendo y bajando entre piedras y pequeña paredes, para llegar a una zona abierta, con el camino nuevamente muy marcado, y más ancho a cada paso que dábamos.
Durante todo el camino, esperábamos no volver a encontrarnos con ganado vacuno, pero eso no fue así, ya que cuando no faltaba mucho para llegar a Navalcán, volvimos a encontrarnos con una gran numero de vacas, toros y algún impresionante semental (a la izquierda) que nos miraban. Pero hubo que vencer al miedo y continuar caminando.
Tras abandonar el asfalto, caminamos por una ancho camino público entre cercados de las dehesas cercanas.
Foto cedida por amigos senderistas |
Tras este camino público, pasamos a través de “pasos canadienses” que evitan la salida del ganado a una finca llamada “La Dehesa” propiedad del ayuntamiento de Navalcán, entre encinas y alcornoque a los que extraído o sacado su corteza de corcho.
Casi desde el principio del camino, vemos al fondo el relucir de las aguas del embalse, hacia donde nos lleva el ancho camino. Y nos vamos fijando en el estupendo corcho de estos alcornoques.
Y una vez llegada a la orilla, que en esta ocasión debido a la sequía ha retrocedido respecto a otra época del año, el camino bordea la orilla por un camino muy bien señalizado.
El camino continua, y vemos otro tipo de carteles que hemos ido encontrando por el sendero del PR-TO13. Indicando lo que nos falta y lo que llevamos recorrido.
El caminar, también es pararse, fotografiar, observar el paisaje, y las pequeñas cosas. Y entre los matorrales, unos punto rojos nos llaman la atención. Son una colonia de mariquitas (coccinélidos - de la familia de insectos coleópteros), animal tan necesario para evitar algunos tipos de plagas, como la de pulgones.
Pero también, junto a la orilla y el camino, nos encontramos un grupo de ganado vacuno pastando, animales que a algunos de nosotros nos dan algo de temor. Pero parece que están tranquilos, aunque alguno tiene buena cornamenta.
En el embalse vemos alguna grullas y otras aves. Pero la algarabía está sobre nuestras cabezas con los grupos de aves migratorias que nos sobrevuelan.
La sequía hace que caminemos sobre lo que tendría que ser agua, y así podemos ver ejemplares de troncos extraños, casi petrificados, con formas impresionantes, que parece que piden ser fotografiados, tanto dentro del agua.
Como pudiéndonos acercar a observar lo que ese tiempo bajo el agua, han formado unas arrugas o cicatrices y oquedades impresionantes.
En un punto cruzamos la carretera de Navalcán a Candeleda (TO 1251), y entramos nuevamente en una gran pradera de la dehesa, donde decidimos quedar todos a comer. Tras reponer fuerzas, continuamos caminando entre rocas, llegamos al río Guadyerbas, que estába estancado en esta zona y en esta época. Pero en un entorno realmente bonito.
El camino casi inexistente va tomando altura, subiendo y bajando entre piedras y pequeña paredes, para llegar a una zona abierta, con el camino nuevamente muy marcado, y más ancho a cada paso que dábamos.
Durante todo el camino, esperábamos no volver a encontrarnos con ganado vacuno, pero eso no fue así, ya que cuando no faltaba mucho para llegar a Navalcán, volvimos a encontrarnos con una gran numero de vacas, toros y algún impresionante semental (a la izquierda) que nos miraban. Pero hubo que vencer al miedo y continuar caminando.
Y por si dudáis, nos acercamos a fotografía al impresionante y fotogénico semental. Aquí lo tenéis, para que opinéis vosotros mismos.
Durante la ruta, fuimos observando principalmente encinas, alcornoques, retama, cantueso... y dicen que también hay acebuches, pero no lo vimos. Igualmente, esta zona es refugio de animales, pero solo pudimos observar algunas grullas, patos. Pero no nos encontramos con ningún zorro, conejo, jabalí - pero si vimos donde se habían revolcado -, ciervo, gamo, jineta, gato montes, culebra, lagarto o lagartija, eso si con distintos ganado vacuno pastando en estas bellas dehesas.
Solo nos queda dar las gracias a la magnífica organización de este grupo de amigos senderistas por lo bien que lo hacen. Y contaros que esta ruta, este sendero formará parte de nuestra Carta Turística: Viajes, escapadas, senderismo, actividades, experiencias, naturaleza, lugares, rincones, ciudades, pueblos… Publicadas en blog.
#Escribimoslovivido
Durante la ruta, fuimos observando principalmente encinas, alcornoques, retama, cantueso... y dicen que también hay acebuches, pero no lo vimos. Igualmente, esta zona es refugio de animales, pero solo pudimos observar algunas grullas, patos. Pero no nos encontramos con ningún zorro, conejo, jabalí - pero si vimos donde se habían revolcado -, ciervo, gamo, jineta, gato montes, culebra, lagarto o lagartija, eso si con distintos ganado vacuno pastando en estas bellas dehesas.
Solo nos queda dar las gracias a la magnífica organización de este grupo de amigos senderistas por lo bien que lo hacen. Y contaros que esta ruta, este sendero formará parte de nuestra Carta Turística: Viajes, escapadas, senderismo, actividades, experiencias, naturaleza, lugares, rincones, ciudades, pueblos… Publicadas en blog.
#Escribimoslovivido
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