Hacía tiempo que no visitábamos la monumental e histórica ciudad de Toledo. Una ciudad a la que hay que regresar de vez en cuando, para admirar su belleza, y conocer más sobre la “ciudad de las tres culturas”. Cada vez que la hemos visitado desde pequeños, lo hemos hecho caminado por sus calles adoquinadas, empedradas, estrechas y sinuosas, fijándonos en cada detalle, en cada ventana, en cada puerta, en cada jardín, monumento… Y sobre todo en la majestuosidad de su catedral.
Y hace unos años, tuvimos la suerte de escuchar junto a la Catedral, la música de Ana Alcaide, y cada vez que volvemos, esos maravillosos sonidos de su viola de cuerdas nos acompaña. Pero en esta ocasión, el recorrido fue distinto, y como si jugáramos al que dicen es un juego iniciático templario: El Juego de la Oca, caminamos por las orillas del río Tajo, de puente de Alcántara, a puente de San Martín.
Recorrido que hicimos tras apuntarnos a una excursión de senderismo que organizaban los amigos de Senderismo Suave Madrid, fué el conocido como "Camino Natural del Tajo", que discurre por la orilla derecha del río, y nos muestra parte de su historia, de esos batanes musulmanes, de esos molinos durante aproximadamente unos 5 km. (nosotros realizamos 6 km, más el regreso por el interior de la ciudad). Y aunque se aconseja realizar este recorrido en primavera u otoño, nosotros lo hicimos en esos días de tremendo calor antes del verano.
El día amenazaba calor, mucho calor, ya que desde primeras horas se notaba una temperatura excesiva para se el mesa de junio. Así que lo primero que hicimos fue reunirnos en un bar a tomar un café o refresco. Y sin mucha demora, comenzamos paso a paso a caminar hacia el puente de Alcántará. Un puente medieval majestuoso que es una de las entradas a esta bella ciudad desde la otra orilla del río Tajo.
Tras atravesar, el puente de Alcantará, realizamos una pequeña entrada en la ciudad, con el fin simplemente de observar esta entrada histórica, y ver esa puerta de acceso con claro diseño mozárabe.
Pero, enseguida estábamos nuevamente caminando, y observando la Presa de Alcántara o de San Servando, así como las ruinas de los molinos de Nª Señóra de Caridad de Toledo, D. Gaspar Montoya, el Vizconde de Palazuelo. Aunque al poco tiempo pasamos a la acera de una de las calles que discurren paralelas al río, para enseguida tomar el camino entre el olor y la frondosidad de las higueras, que además aportaban sombra, algo muy de agradecer en un día tan caluroso.
Y paso a paso, llegamos a la conocida como Casa del Diamantista, que fue propiedad de José Navarro, considerado como uno de los mejores orfebres del siglo XIX. Este orfebre, este artista, se hizo aún más famoso, ya que en 1850 la Casa Real le encargó que realizara la corona de la Reina Isabel II. Su historia, su leyenda es digna de conocerse, por eso os animamos a leer: Toledo Olvidado - La Casa del Diamantista.
Y es que el ver esta casa, su patio, su situación literalment sobre el río Tajo, ya nos impresionó. Y nos llamó la atención, esa barcaza, ese transbordador que atraviesa de orilla a orilla el río, y que luego nos enteramos que se le conoce con el nombre de: "Barca de pasaje".
Así, que todo el grupo, nos acercamos a la orilla del Tajo, y nos convertimos en pasaje de esta barca historica que amarrada nos llevó de orilla a orilla, y tras un pequeño tiempo en la otra orilla para comprobar como los sueños de algunas personas que montaron bares en la otra orilla, se esfumaron al mismo ritmo que las hierbas cubrieron sus vallados y puertas.
Tras ver como la naturaleza reclama esos lugares como suyos, volvimos a la Barca de Pasaje, para ver la Casa del Diamantista con otra perspectiva y belleza.Valorando lo que tuvo que ser este lugar en el siglo XIX y en tiempos anteriores. Ya que esto también es historia de Toledo, aunque en la actualidad estas orillas, estos lugares y el río Tajo estén olvidados respecto a su cuidado y limpieza.
Una vez sobrepasada la Casa del Diamantista, vemos el cartel que nos indica que este Camino Natural del Tajo nos lleva hasta las poblaciones de Albaerreal de Tajo a 22,1 km o La Puebla de Montalbán a 46,5 km.
Llegamos a la Presa de Saelices o de la Sierra. Donde en su momento se encontraban los Molinos de los Padres Jerónimos de la Sisla, así como el molino del Arzobispo y Cabildo de Toledo (Molinos de hierro). Cuyas ruinas visitamos, y observamos como el agua del Tajo discurría por la pendiente entre los molinos.
Continuando nuestro caminar a orillas del Tajo, ya divisamos el Puente de San Martin, otra de las entradas a la ciudad de Toledo.
Llegamos al Puente de San Martín, además de llamarnos la atención la belleza de este puente, así como de las instalaciones de compuertas. Lamentablemente, también la cantidad de basura y lo sucio que está el río Tajo.
Pasamos el Puente de San Martín, viendo lo que queda de la Presa de Santa Ana, así como de los molinos de Santa Ana (o del Degolladero) y de la Cruz (O de Gaytán) en la orilla opuesta. Y continuamos andando por la orilla de el río Tajo, llegando a la Presa de Azumel (Molinos de Azumel) y el molino del Cabildo de Toledo. Y desde sus proximidades se puede observar esta vista de Toledo, el monumento neo-mudejar del Sagrado Corazón, muy cerca de la antigua Fábrica de Armas.
Tras pasar el molino del Cabildo de Toledo, y antes de cruzar por una puente peatonal a la salida de la universidad, cuando llevábamos aproximadametne recorridos unos 6 km, uno de nosotros, comenzó a sentirse mal, y tuvo sensación de mareo, nauseas, y malestar general. Eran sintomas, de falta de hidratación, debido al excesivo calor y sudoración durante el recorrido, así que mientras los demás comían, se fue hidratando podo a poco, descansando con los pies en alto, y una vez repuesto, volvimos a caminar. En esta ocasión por la acera de la carretera de Navalpino, hasta llegar al Puente de San Martín. En esta ocasión, cruzamos el puente, y nos adentramos por la Bajada de San Martín en el laberinto de calles del Toledo monumental buscando la sombra. Y entramos al casco histórico de Toledo.
Hasta llegar a la famosa Pza. de Zocodover, y desde allí caminar por la calle Armas, hasta El Miradero, donde nos sentamos en una agradable terraza del Bar Miradero de Toledo, para refrescarnos y charlar un rato sobre de todo lo vivido durante los aproximadamente 11 km recorrido, para luego tomar las escaleras mecánicas dar por terminado el día de excursión. Luego, descender por las escaleras mecánicas hasta el punto de partida en la Ronda Granadal.
El recorrido es muy interesantes, lleno de historia y vistas sobre el río Tajo. Un camino distinto para conocer Toledo, pero, lamentablemente esta zona está muy olvidada por parte de la Administraciónes que Corresponda (Ayuntamiento, Comunidad, Confederación Hidrográfica del Tajo...), en algunos puntos muy abandonada. Sería necesario que estuviera más cuidado para disfrute y accebilidad de los habitantes de esta ciudad, así como de aquellos que decidimos realizar este recorrido
CAMINOTAS:
Buscando información sobre este camino, hemos encontrado un blog que os recomendamos visitar: Naturalmenterodando, donde María José Aguilar, nos cuenta: "A raiz de mi lesión medular me he especializado en valorar e interpretar espacios naturales, el paisaje y en catalogación de arbolado monumental y singular, de forma que pueda divulgar y contagiar mi pasion por la naturaleza" y continúa: "Mi objetivo ees acercar la naturaleza a todas las personas, sea cual sea su contición física o psíquica". Y en su post: "Paisajes del Greco" nos cuenta como con su silla de ruedas recorrió este camino. Pero, cualquiera de los lugares que nos muestra merece la pena ser leidos y aprender con ella.
Este camino, esta excursión, pasará a formar parte de nuestra Carta Turística: Viajes, escapadas, senderismo, actividades, experiencias, naturaleza, lugares, rincones, ciudades, pueblos… Publicadas en blog.
#escribimoslovivido.
Bonito recorrido con unos preciosos paisajes, lo malo es que fuera un día de altas temperaturas, la primavera ha de ser muy buena época, pero el otoño con sus colores especiales también.
ResponderEliminarBesos.
El recorrido fué muy bonito, aunque con el calor que hacía y el lamentable estado en que se encuentran las aguas del río Tajo, desmerece la visita.
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Bonito relato de nuestro día de visita por Toledo. Gracias 😊
ResponderEliminarFue un placer relizar este camino junto a vosotros.
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Bonito paseo! Qué envidia!. Me alegro por vosotros. Un abrazo
ResponderEliminarSilvia
Sí, fue un bonito paseo, pero lamentable ver el estado de abandono de la zona y del río Tajo.
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