En casa somos muy, pero que muy chocolateros. Y por eso muchas de las tartas que podéis encontrar en nuestra Carta de Postres, veréis que están realizadas empleando chocolate. Y uno de estos chocolates es el de cobertura. Pero en esta ocasión, como en otras, en lugar de emplear mantequilla o margarina, utilizamos Aceite de Oliva Virgen Extra variedad Arbequina.
Dado que la tarta era para una celebración especial, también elegimos un AOVE muy especial: Reserva Familiar Arbequina de Castillo de Canena, que aporta calidad y una textura especial a la cobertura de chocolate.
Muchas veces, tenemos la costumbre de emplear mantequillas, o manteca de cerdo, en lugar de aceite de oliva virgen extra cuando tenemos el mejor aceite de oliva del mundo, pero nos falta aún mucha cultura para valorar esta joya de la gastronomía.
Hoy curiosamente, hemos escuchado una entrevista realizada hace tiempo a Jose Carlos Capel (Crítico gastronómico), donde, no hablando de repostería, sino de panes decía: “Muchos panes todavía usan o no la manteca de cerdo o el aceite, eso era lo que dividía a los cristianos viejos, de los judíos y los moriscos. Los moriscos tomaban aceite, igual que los judíos, que también tomaban mantequilla. Y los cristianos viejos manteca de cerdo… “ .
Aún hoy, esas tradiciones y la repostaría francesa, han hecho que empleemos en la elaboración de repostería y pastelería mantequillas, margarinas, grasas…
Es que muchas personas piensan que el AOVE aporta sabor desagradable, y de verdad, la variedad Arbequina, queda realmente de lujo con el chocolate, pero también la Picual, así como con la naranja.
Y no estaría de más probar con la gran variedad de aceites elaborados con frutos de: Arbequina, Cornicabra, Hojiblanca, Picual, Royal, Manzanilla Cacereña, Rojal de Tarragona, Arbosana, Koroneiki, Arróniz, Picudo, Empeltre, Morruna, Morrut, que son las que hasta la fecha hemos degustado.
Pero aún nos quedan por catar: Sevillenca, Lechin de Sevilla, Aloreña, Blanqueta, Farga, Lechin de Granada, Morisca, Verdial de Vélez-Málaga, Alfafara, Verdial de Badajoz, Changlot Real, Manzanilla de Sevilla, Castellana, Verdial de Huévar, Villalonga, Gordal Sevillana, Arbosana, Argudell, Bical, Callosina, Canetera, Currasqueño de Alcaudete, Carrusqueño de la Sierra, Catellana, Gordal de Hellín, Limoncillo, Llumeta, Lucio, Manzanilla de Hellín, Ocal, Pajarero, Palomar, Pequeña de Casas Ibañez, Pico Limón, Picual de Almeria, Royal de Calatayud, Vallesa, Vera, Verdial de Badajoz, Verdial de Cádiz, Verdial de Huévar, , Panisello, … entre las 260 variedades de aceitunas que se cultivan en España, y las posibles mezclas de aceites o “blend”, como en el mundo del vino se denomina: “coupage”. ¡Todo un mundo gastronómico por descubrir!
Si vemos las notas de cata sobre este aceite, nos dicen: “En nariz es un frutado medio-intenso de aceituna verde, con aromas complementarios que nos recuerdan la compota de frutas, el plátano, la manzana, el melocotón y el membrillo; ligeros toques herbáceos. Equilibrado y armónico. Retrogusto almendrado”. Y esos recuerdos a frutas muy empleadas en repostería, así como ese retrogusto almendrado, hacen que al emplearlo en la cobertura de chocolate, nos aporte un sabor especial.
Más aún, atendiendo a las sugerencias de utilización de este Reserva Familiar Arbequina de Castillo de Canena, nos indican: “Excelente para cocinar pescados, vinagretas y mayonesas. Muy indicado para sustituir la mantequilla en la preparación de bizcochos, cremas.” Y eso es lo que hemos hecho nosotros.
INGREDIENTES:
Chocolate de cobertura (etiquetado sin gluten), 250 g
Aceite de oliva virgen extra variedad Arbequina, 4 cucharadas soperas.
ELABORACIÓN:
La elaboración no podría ser más tradicional, y a la vez sencilla, ya que empleamos el método del “baño María”.
Colocamos un recipiente con agua al fuego.
En otro recipiente, ponemos las barras de chocolate troceadas, y las regamos con el AOVE variedad Arbequina.
Introducimos el segundo recipiente en el que está puesto al fuego, y no dejamos de mover, para que se mezcle bien el AOVE, no se nos queme, y a la vez vayamos consiguiendo una cobertura cremosa.
Una vez obtenida la textura deseada, la extendemos sobre la superficie elegida. En este caso un bizcocho de chocolate, con el que hemos realizado una tarta rústica de chocolate y natillas, que ya compartiremos en unos días.
Esta receta pasará a formar parte de nuestra Carta de Postres.
#escribimoslovivido.
A mi me encanta el sabor de un buen aceite de oliva y siempre que puedo lo empleo. Una buena idea para la cobertura de chocolate, mucho más sana con aceite.
ResponderEliminarBesos.