Desde hace años, con la llegada del otoño, nuestra casa huele a membrillo, a dulce de membrillo, y es que hacemos la receta que ya publicamos en: Otoño… tiempo de membrillos. Así como: Crema de membrillo con jarabe de arándanos. Este año, también hemos aromatizado la casa con ese olor, y nos hemos preparado buenas rebanadas de pan sin gluten con ese membrillo. En esta ocasión hemos tenido frutos de Palencia, Guadalajara y Granada, cada uno de distintos tamaños y hasta sabor.
Y el otro día, unos amigos, nos trajeron unas batatas impresionantes, y membrillos de tierras de Granada. Y hemos hecho alguna receta con la batata que nos ha gustado, y que ya publicaremos. Pero, se nos ocurrió, experimentar, y mezclar los sabores y texturas de la batata y el membrillo, y como líquido de aporte, que mejor que un vino moscatel, y este es el resultado obtenido.