Hace muchos años, paseábamos muy a menudo por el Paseo de Recoletos, llamándonos mucho la atención este edificio abandonado, así, como encontrar entre la maleza, árboles y arbustos del jardín, una construcción muy especial, un verdadero capricho para los niños y niñas que hubieran podido jugar en esta Casa de las Muñecas, aunque según parece nunca se pensó para jugar en ella, ni ningún niño lo ha hecho.