Aunque en estos días, con la llegada del verano a este hemisferio y en algunos días anteriores con el calor africano en primavera, no apetece encender el horno, lo hemos hecho, ya que la receta merecía la pena, y también pensando en esos seguidores y seguidoras del hemisferio Sur donde acaban de comenzar el invierno. Pero ha merecido la pena, ya que el resultado de la receta que hemos diseñado ha sido una receta que a todos los comensales de la familia les ha gustado por su sabor y textura. Una forma distinta de comer pavo y arroz.