Desde este blog compartimos parte de lo que vivimos en nuestro caminar día a día sin gluten, ya sea: gastronomía, recetas, restaurantes, senderismo, paisajes, eventos… Pero desde hace tiempo queríamos además de mostrar además de los grandes espacios como puede un bosque que penetramos, un valle por el que caminamos, un parque por el que paseamos, o una ciudad que pateamos… sino también, fotografiar y escribir sobre algunos destinos (#DestinoMadrid), algunos lugares (#LugardeMadrid) en concreto de estos espacios, como puede ser un árbol, una cueva, edificio, casa, detalle, que nos ha llamado la atención… y más ahora, que por muchos motivos, puede ser el momento, y como dicen nuestros amigos de Guía Repsol: "Aún queda mucho por conocer del lugar que ya conocemos". Este es nuestro primer post sobre esos lugares o rincones que nos gustan, o nos han gustado siempre, y además en esta ocasión se mezclan la gastronomía y la arquitectura. Pero esperamos compartir muchos más.
Simplemente con ver estas fotografías primaverales, ya comprenderéis el por qué lo llamamos el “Palacio de la abejas”, ya que no sabemos si existirá otro lugar con tanto lujo para que vivan y laboren las abejas, como este “Abejero”, que fue un capricho más de este jardín historico de Madrid. Y está claro que la reina se sentiría estupendamente en este edificio, que no tiene nada que ver con esas cajas de madera que llamamos colmenas.
Fachada principal de "El Abejero" |
Aunque, con toda seguridad, y como nos ocurre a los humanos, lo que más nos gusta es la libertad de poder elegir y vivir, y poder construir su propio panal en la naturaleza, sin que nadie les robe la miel, seguro que también les gustaría.
Fachadas lateral y posterior |
Pero sí, habéis leído bien, esto es un edificio para abejas, donde estas hicieran sus panales y así desde el interior recolectar su exquisita miel, así como desde el interior se podía observare a través de cristales el laborioso trabajo de estos animales tan necesarios para la naturaleza. Posteriormente, y con toda seguridad, los Duques de Osuna, y sus invitados, degustarían postres elaborados en las cocinas de palacio, con este manjar de miel, como colofón de los suculentos manjares en esas fiestas palaciegas.
Este edificio tan suntuoso, parece que fué diseñado y construido por el arquitecto Mateo Medina hacia el año 1794 con una estancia central cricular, donde´se encuentran ocho columnas de estilo corinto, con capiteles que sostienen la cúpula. Desde esta estancia salen dos alas o pabellones, en donde se ubicaba el pasillo de acceso a los panales con cierre metálico en el exterior.
Además, del lujo de este palacio de las abejas, estas podían extraer su alimento de la multitud de plantas existentes en el ajardinamiento que rodeaban el edificio, donde se plantaban y cuidaban las plantas más preferidas por las abejas para polinizar sus flores, plantas que aún hoy en día rodean este edificio, ya sin sus habitantes ilustres, ya que se encuentra en el Jardín El Capricho, ese parque del que en su día ya hablamos en este blog: El jardín prohibido. El Capricho
Y podrían, volar disfrutando en primavera con la infinidad de rosas amarillas de pitiminí que cubren algunas paredes, las aromáticas lilas… así como multitud de coloristas flores, que hoy cuidan estupendamente sus jardineros y desde la Escuela de Jardinería,
Pero que ya no sirven para las abejas palaciegas, sino para esas pocas abejas obreras que tímidamente invaden este vergel urbanita. Y luego volver a su palacio, entrando por su respectivo hueco a la colmena.
Como se puede comprobar, en ambas alas o pabellones del palacio, existen puertas metálicas con orificios para la entrada de las abejas, siendo de forma cuadrada las de un ala (fotografía superior) y más rectangulares las del otro ala del edifico (fotografía inferior)
Este primer rincón, alrededor de este palacio que habitaron la reina y todo su séquito de abejas, para elaborar esa delicia gastronómica llamada miel, une el lujo del lugar, con la naturaleza diseñada en este jardín romántico de El Capricho, con tres estilos (francés, inglés e italiano) del siglo XVIII… que hemos querido acompañar con fotografías primaverales, que es la estación en que más nos gusta caminar por sus sendas, y la mejór también para las abejas.
En el interior de El Abejero, se encuentra una réplica de la conocida como: "Venus de la Alameda", obra de Juan Adán (La original es propiedad de Alicia Koplowitz, quien donó esta réplica) una de las obras de mayor calidad de la escultura neoclásica española de finales del siglo XVIII. Está realizado en marmol de Carrara, y se comenzo en 1789, terminándose en 1797.
Y muy cerca de El Abejero, podemos contemplar el Templete de Baco, obra del arquitecto José de la Ballina, entre los años 1786 y 1788. Con unas vistas estupendas sobre el jardín. Y en estos días otoñales, reflejándose sobre el pequeño estanque.
Y muy cerca de El Abejero, podemos contemplar el Templete de Baco, obra del arquitecto José de la Ballina, entre los años 1786 y 1788. Con unas vistas estupendas sobre el jardín. Y en estos días otoñales, reflejándose sobre el pequeño estanque.
Actualizado 10 noviembre 2014
Ahora, a caminar sin gluten, y con nuestra cámara al hombre hacia otro #destino, hacia otro #lugar #escribimoslovivido
Ahora, a caminar sin gluten, y con nuestra cámara al hombre hacia otro #destino, hacia otro #lugar #escribimoslovivido
No conozco estos jardines, cuando vuelva por Madrid lo tendré en cuenta, debe ser un lugar muy bonito.
ResponderEliminarAl parecer esas abejas vivían muy bien, como auténticas reinas.
Besos.
Sí, los jardines históricos de El Capricho son muy bonitos, pero solo abren los sábados y domingos, y con entradas controlada de personas. Pero si vienes por Madrid, nos ofrecemos a hacerte de guias en estos jardines.
EliminarSí, las abejas vivían como reinas, y los propietarios de los jardines como dioses.
Besotes
30 años en Madrid y nuca fui a este jardín. Imperdonable. Me parece una idea estupenda que hagáis este tipo de entradas.
ResponderEliminarNo tienes perdon Tawaki, que con tantos años en Madrid no te pasaras por el Jardín El Capricho, ya que merece la pena pasear y apreciar la naturaleza y esos "caprichos" que han llegado hasta nuestros días.
EliminarNos alegramos de que te guste este tipo de entradas, y esperamos compartir muchas más.
Saludos.
para mi este es el Parque mas bonito de Madrid! y lo curioso es que no es tan conocido como deberia
ResponderEliminarBesos
Para nosotros también es el parque más bonito de Madrid, y además lo conocemos desde mucho antes de abrirse al público.
EliminarEs bastante conocido, pero como tiene límite de visitas y solo sábados, domingos y festivos, no pueden entrar muchas personas.
Besotes y nos vemos en El Capricho.
Me encanta el Capricho. Un desconocido para muchos, y es una pena.
ResponderEliminarPues no me acordaba del abejero, qué interesante!
Amigo Ricardo, El Capricho lo conocen muchas personas, y no es un jardin para grandes masas, por su tamaño y dado a que se destruiría, por eso está regulado el número de personas.
Eliminar¡Así que no te acordabas del Abejero! Pues para nosotros junto con la "casa de la vieja" es de los edificios más singulares de jardión.
Hola Caminantes! En mi blog tenéis un premio esperándoos :)
ResponderEliminarMuchas gracias por ese premio, pasarémos a recogerlo.
EliminarBesotes