Como ya os adelantábamos en nuestro post: “Caminando sin gluten por tierras de la Ribera del Duero, enoturismo y turismo rural y gastronómico”, la vivienda rural en la que nos hemos alojado los días 30 y 31 de octubre y 1 de noviembre de 2010, se encontraba en municipio de nombre tan largo como clarificante de: Montejo de la Vega de la Serrezuela, justo al el inicio (o final) de la senda que atraviesa el Parque Natural de la Hoces del Rio Riaza.
La entrada hasta el pueblo viniendo desde la población de Fuendelcésped, la realizamos por un bello puente que atraviesa las aguas del río Riaza.
Puente de acceso a Montejo de la Vega de la Serrezuela
Tras pasar este puente sobre la ribera del Riaza, decorada con altos y esbeltos chopos amarillentos en estos días otoñales.
Chopera junto al río Riaza
Vemos unas bonitas y cuidadas huertas, protegidas por los chopos, y regadas por el canal que lleva aguas al molino, y rápidamente nos llama la atención el salto del desagüe del depósito del antiguo molino.
Este molino, que ha sido bellamente rehabilitado con mucho gusto, utilizando los muros de mampostería de piedra caliza, y llamativas ventanas con carpintería de madera pintada de azul. Tiene, con un gran depósito de entrada, donde según nos cuenta nuestro amigo José Luis, se bañaba la juventud del pueblo, y una salida en meandro para retornar las aguas prestadas al río Riaza.
Molino de Montejo de la Vega de la Serrezuela
Rodeamos el molino, y nos desplazamos por la calle de La Cruz, para llegar a la casa rural “La Huerta”; una bonita casa de nueva construcción, que no distorsiona para nada con el entorno, y donde su propietaria Lali ha conseguido crear un ambiente muy agradable, que se respira desde el momento en que atravesamos el porche.
Vivienda rural “La Huerta”
Todas las estancias comunes se encuentran decoradas con aparejos de labranza y tijeras de para el esquilado de las ovejas. En esta vivienda, nos hemos encontrado estupendamente, pudiendo disfrutar de paz y tranquilidad sentados en el bonito salón, admirando el fuego de la chimenea, mientras charlábamos de distintos temas.
Salón de la vivienda rural
También de buenas cenas, donde tanto Lali como su esposo Fernando, se preocuparon de podernos ofrecernos una buena alimentación sin gluten a buen precio, variando el plato que fuera necesario para que no hubiera ningún problema (Huevos fritos, morcilla de burgos, judías verdes, puré de patatas, tortilla española, pimientos asados…) todo regado con buen vino de la Bodega Coop. Nuestra Señora de la Nava (Fuentelcésped – Ribera del Duero). Y también desayunando, aunque en este caso, apto para celíacos solo se podía tomar café con leche, frutas, yogures o infusiones, ya que no disponían de bollería sin gluten, y como lo sabíamos llevamos con antelación, nosotros llevamos un Plum cake de frutos del bosque.
Las habitaciones que ocupamos fueron las de la segunda planta que se encuentran abuhardilladas, con baño completo y con unas ventanas que nos dejan disfrutar del paisaje. Pero como todo no podía ser perfecto, todos extrañamos los colchones y los más altos la longitud de la cama.
Habitación abuhardillada
Lo cierto, es que ha sido estupendo poder disfrutar de la estancia en esta casa rural, donde como hemos dicho nos trataron a las mil maravillas, con naturalidad, familiaridad y buen servicio. Ahora solo faltaba, conocer algo más sobre la intolerancia al gluten, y cuando avisará un celíaco, poder tener productos para el desayuno sin gluten.
Parte posterior de la vivienda rural "La Huerta"
Gracias por todo lo bien que nos habéis hecho sentirnos a todo el grupo, y una amenaza… ¡volveremos!
Próximo post de esta escapada: CAMINANDO SIN GLUTEN JUNTO AL NACEDERO DE UN RIO Y UN PUEBLO CON NOMBRE PROPIO: PEDRO (SORIA).
Post publicados de esta escapada:
Dejadnos bien colocaditas en el índice estas entradas ¿eh?.. Que yo soy de las que vuelvo para copiar la ruta.
ResponderEliminarBesotes.
Esta zona la tengo en mi lista de pendientes. Y vistas las maravillas de fotos que aquí salen, habrá que ir en otoño. Precioso.
ResponderEliminarque bonito, me ha gustado un monton. Esta ruta me la apunto.
ResponderEliminarQUé lindo paseo y qué bien habéis comido a pesar del detalle del desayuno, pero veo que ya van preparados a todo evento. Un beso mis queridos
ResponderEliminar¡Hola amigas y muchas gracias por vuestros comentarios!
ResponderEliminarPIKERITA:
Ya sabes que siempre podrás encontrar esta ruta en nuestro blog, y si no la encontraras, no tienes más que decírnoslo.
Besotes.
JO MATEIXA:
Es una buena zona para conocer, pero cono siempre, las fotos no dicen la realidad del paisaje. Pero en otoño es una buena época para ir.
Besotes
MONDRAKER:
Nos alegra que te haya gustado un montón, y que te apuntes la ruta.
Besotes
PAMELA:
Si, fue un “lindo paseo”, y no comimos mal, aunque había que ir preparados para el desayuno, algo que esperamos cambie para cuando vayan otros celíacos.
Este paisaje es muy distinto al de tu queridísima Patagonia Chilena.
Besotes
Que lugares !! que hermoso...me encantó este paseo....Un abrazo
ResponderEliminarValla viajecito, que bonito todo, os lo pasais de miedo, hacéis bien, un besitos, pepa.
ResponderEliminarAna y Victor,
ResponderEliminarQue belleza de lugares y que vida más sana llevan.
Me encanta lo del senderismo yo también pronto me voy de nuevo a Soria.
Un beso,
Claudia.
¡Gracias por vuestros comentarios!
ResponderEliminarGLU.FRI COSAS VARIAS SIN GLUTEN:
Nos alegra ver que te ha encantado este paseo, y los lugares.
Besotes
PEPA COOKS:
Sí, fue una buena escapada en compañía de un grupo de amigos, y lo pasamos lo mejor que pudimos dentro de cómo nos acompañó el tiempo.
Besotes
CLAUDIA:
Vemos que te gustan los lugares, y sí, ahora no llevamos una vida tan sana, pero durante años hemos caminado más y realizado más deporte que ahora.
Esperamos ver vuestras fotografías de Soria, que ahora ya se encontrará nevada.
Besotes
El puente me ha encantado y debe ser un placer hospedarse en esa bonita casa rural. Y en esta época otoñal, más aún, verdad?
ResponderEliminarUn besoteeeeeeeee
LAUBE
ResponderEliminarLa verdad es que el puente estaba bastante bonito con la chopera otoñal.
Pero también, como hemso dicho, la casa rural era muy acogedora.
Besotes