Hoy es un día muy importante para toda la Iglesia Católica, ya que se celebra el Domingo de Ramos, que conmemora la entrada triunfal del Señor en Jerusalén, imitando con ramas de palmera, las aclamaciones y los gestos que hicieron los niños hebreos cuando salieron al encuentro del Señor, cantando el fervoroso "Hosanna". Pero imaginaros por un momento, que cuando esos niños recibían al Señor, hubiera dicho:
Dejad que los niños se acerquen a mí, excepto los enfermos celíacos…
Pues eso es lo que desgraciadamente ocurre, desde que el actual Papa Benedicto XVI, emitió un documento en el mes de junio de 1995, en el que estableció que las hostias tenían que ser de trigo, o contener algo de trigo, por lo que las realizadas sin gluten son "inválidas para el sacramento". Desde entonces a un niño se le tiene que obligar a tomar su primera comunión, con vino, que no deja de ser una bebida alcohólica, y perdonar nuestra ignorancia, pero desconocemos en que capitulo, o en que versículo de la Sagrada Biblia, indique que la sangre de Cristo se representa con vino con graduación alcohólica, en lugar de con mosto.